Sacar el televisor de la habitación, no jugar con el celular o el tablet, son las claves para que los niños creen un hábito de sueño y no sufran alteraciones con la falta de luz al despertar.

Las oscuras mañanas debido al cambio de estación, no deberían crear alteraciones en el sueño de los niños, dijo Leonardo Hernández, director de la carrera de psicología de la Universidad Santo Tomás.

Generar una rutina de sueños y que ésta se convierta en un hábito, permite que el rendimiento escolar y de vigilia sea óptimo.

El impacto del cambio de horario puede generar algunas alteraciones, así lo aseveró el profesional: "Como este año el cambio no se generó, el impacto no debería ser grande, la rutina de los menores no debería verse alterada o ser de gran impacto".

En esta labor los padres son los encargados de mantener la rutina de los menores en cuanto a la falta de luz por las mañanas.

El profesional propone que los padres creen una "higiene del sueño" en los niños. "Los menores de edad deben dormir entre nueve a diez horas diarias, la habitación sólo debe tener su cama, un escritorio y unos pocos juguetes", explicó Hernández.

La forma de establecer este hábito es preparar el sueño. Para ello "no tiene que haber nada tecnológico dentro de la habitación, pues cualquiera de estos artículos estimula mucho a los niños y por lo tanto no les permite descansar y tener un buen rendimiento", dijo Hernández, quien agregó que lo ideal es que los niños se duerman a más tardar a las 20.30 horas. J