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Portuarios iquiqueños ayudan a levantar Chañaral

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Un grupo de 8 trabajadores y dirigentes de Fetrapi (Federación de Trabajadores Portuarios de Iquique), viajaron a Chañaral para brindar ayuda a los damnificados, la que se extendió a otros sectores de la zona.

Las donaciones que ellos llevaron fueron repartidas en distintas localidades como El Salado, Paipote, Diego de Almagro, Copiapó y Chañaral. "Nosotros comíamos lo que pillamos, la realidad de la gente es que necesita mucha ayuda, teníamos que elegir a quien ayudar, a los que más lo necesitaban. Sacamos barro, pero ya las Fuerzas Armadas no permiten ingresar a algunos lugares, ya que ahí se realizarán solo demoliciones", aseveró Rubén Guerrero al describir el día a día en la zona.

Inicio del viaje

Este viaje que se inició el lunes 30 de marzo a las 20 horas los llevó a recorrer distintas localidades de la región de Atacama. "Nos vinimos por arriba (viaje directo sin pasar por Taltal), al primer poblado que llegamos fue El Salado y después Diego de Almagro. El primer impacto visual fue cuando llegamos a El Salado y vimos todo lo que botaba el río, en especial palos, camiones, vehículos; a eso sumamos los caminos cortados y los socavones. Buscamos caminos alternativos en las 4x4 para poder continuar con el viaje y llegar a nuestro destino", relató Claudio Gómez.

No obstante, revela que demoraron más de lo habitual, esto "debido a que no conocíamos el estado del camino, nos tuvimos que ir un poco más lento, como era de noche tuvimos más precaución".

Juan Miñañir, Billy Chávez, Rubén Guerrero, Claudio Gómez, Daniel Infante, Aníbal Meléndez, Emilio Chinga y Pablo Cayo conformaron este grupo de ayuda de la Fetrapi.

Este grupo de trabajadores portuarios por iniciativa propia decidieron hacer este viaje, solicitando fondos al municipio de Iquique, que les entrego 1 millón de pesos para gestionar el arriendo de las camionetas en las que se trasladarían al lugar.

Una experiencia única

"Ayudar a rincones donde la autoridad no ha llegado, eso ha sido lo más gratificante, se nos han puesto a llorar personas por la ayuda que le hemos llevado", comentó Rubén Guerrero.

Las jornadas de trabajo eran extensas, de 8 de la mañana hasta las 9 de la noche, "pero los agradecimientos de la gente y dejar en alto el nombre de Iquique, nos entrega una gran satisfacción, hemos recibido aplausos de la gente de Chañaral que agradecen a los iquiqueños por todo y nos muestran su aprecio de distintas formas".

Guerrero dice que no todo ha sido positivo, ya que la realidad que están viviendo los habitantes de la zona sigue siendo muy dura. "Hemos visto relatos de gente que a los hijos se los iba llevando el río, que fueron rescatados, hemos visto abuelitos viviendo en la calle, que tienen dos metros de barro en sus hogares, hemos visto pérdidas totales de casas y vehículos, personas desaparecidas, gracias a Dios no encontramos ningún cuerpo, eso veníamos conversando con los compañeros que no queríamos encontrarnos con algo así.

La gente de la zona está muy agradecida de nosotros y además hasta en la radio hablaban de nosotros, el hecho de tener rayadas las camionetas y las banderas nos caracterizaba y todos sabían que éramos de Iquique".

Con muchas ganas de seguir ayudando en la zona, los trabajadores regresaron por motivos económicos, debido a que el dinero con que contaban era limitado y seguir allá tendría que ser costeado de sus bolsillos. "Dejamos bien puesto el nombre de Iquique, la gente nos felicitaba. Nos quedamos un día más y eso lo costeamos nosotros, los días que estuvimos fueron muy bien aprovechados, pero teníamos que devolvernos a Iquique, ya que no podemos seguir costeando más días nos encantaría seguir, pero no se puede", comenta Claudio Gómez.

Sobre la situación en la zona, Gómez es crítico: "Hay mucha ayuda, pero no está siendo entregada está toda en los centros de acopio, lo que es los colegios, los albergues y los colegios, allá en El Salado hay un montón de agua, mercadería y ropa, está todo en el sol porque la gente se están quedando en carpa, aunque es evidente su necesidad no se las entregan. La gente nos pedía que les entregáramos directamente la ayuda, que no la entregáramos en los centros de acopio, donde se sigue juntando mucho material, nosotros vimos dos gimnasios, de dos colegios, llenos de cosas y no las han entregado".

Para estos trabajadores portuarios las experiencias vividas son muchas y sienten que cumplieron la misión que se plantearon, ayudar a quienes más lo necesitan.

"Estamos felices con todo lo que hemos vivido aquí, la gente está muy agradecida y no lo dice, hay gente que ha llorado cuando llegamos con la ayuda, nos gustaría seguir apoyando, pero lamentablemente no se puede", Rubén Guerrero.

Los trabajadores de la Fetrapi viajaron sin problemas ya que se encuentran actualmente realizando trabajos esporádicos debido a la destrucción del molo de la EPI (Empresa Portuaria Iquique), es por ello que pudieron viajar hasta la Tercera región.

Una de las cosas que más les interesa a este grupo de dirigentes y trabajadores es que se le quite a su gremio el estigma de violentos, que hacen barricadas, quisieran mostrar su lado positivo y solidario. Por otra parte agradecer a quienes hicieron posible este viaje de ayuda, específicamente a la Municipalidad de Iquique.

"Varios han sido los grupos que se han juntado para llevar ayuda, este grupo representa a muchas personas que están ayudando a la gente de la zona con esfuerzo y desinteresadamente, esperamos que todo mejore y de alguna forma se puedan levantar las localidades y poder darle tranquilidad a esas familias que aún tienen a sus hijos, padres o abuelos desaparecidos. J