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Crisis de confianza y nuevos liderazgos

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Si ponemos un poco de atención respecto de los temas que en las últimas semanas han capturado las pautas en los medios de comunicación nacional, veremos que junto con los desastres naturales (inundaciones, erupciones, incendios, terremotos, etc.), se ha configurado un fenómeno social de creciente atención y que se le ha llamado la "crisis de confianza". Este fenómeno dice relación con la cada vez más extendida molestia respecto de la integridad de algunos líderes y miembros de instituciones claves en nuestro país como los políticos, empresarios, miembros del gobierno, parlamentarios, religiosos, entre otros. Puede pensarse que resulta injusto cuestionar y deslegitimizar a toda una organización por actos y sospechas solo de algunos, pero la extensa lista de casos y actuaciones ha logrado configurar un estado social de inquietud y molestia tal, que justifica analizarlo con cuidado y detención.

Debemos asumir que lo que sucede no es que las organizaciones se hayan deteriorado bruscamente en los últimos meses, sino que estamos asistiendo a un creciente proceso de transparencia y denuncia de las malas prácticas que probablemente se arrastran por varias décadas, lo cual debe ser visto como el primer paso para poder resolverlas. Sin reconocimiento del error, no hay posibilidad de trabajar en su reparación.

Recogiendo la teoría de Wallis y Weingast en su libro "Violencia y Orden social", debemos entender que la democratización del poder no debe confundirse con políticas populistas, las que frecuentemente producen rápidos períodos de cambios en los países, seguidos por desastrosos retrocesos. En otras palabras, debemos cuidar de avanzar no destruyendo todo lo logrado, no poniendo en riesgo la estabilidad del orden social ya ganado.

Finalmente, resulta evidente la necesidad de un cambio en quienes depositamos nuestras confianzas, una urgente identificación de nuevos líderes, personas capaces de conducir los actuales o nuevos grupos sociales y que vuelvan a nuestro país a un estado de confianza y acuerdo en el gran objetivo común, el bienestar y desarrollo sustentable de todos los chilenos.