Hasta su oficina distrital llegó desde Santiago el diputado por las comunas de Alto Hospicio, Camiña, Colchane, Huara, Iquique, Pica y Pozo Almonte, Hugo Gutiérrez.

El militante comunista y abogado de derechos humanos está al tanto de la política local, sobre todo de lo que hacen las principales autoridades regionales. En Tarapacá son conocidos sus desencuentros con el senador PS Fulvio Rossi, así como con el alcalde de Alto Hospicio, el UDI Ramón Galleguillos y el intendente Mitchel Cartes, a quien criticó desde que fue designado por la Presidenta.

Sobre su futuro en el Congreso, Gutiérrez lo deja en manos del PC. Por ahora, su banca en la Cámara de Diputados está asegurada hasta el 2018.

- Ya todos los parlamentarios sonamos tan mentirosos que cuando uno dice 'no estoy pensando ni en mi reelección de diputado ni en las senatoriales', suena poco creíble, porque todos piensan en su reelección. Pero créanme, no tengo proyectado ser reelegido ni tampoco ir de candidato a senador. Esa es una decisión que tomará en su oportunidad el partido al que pertenezco, si lo estima conveniente y si la ciudadanía evalúa bien mi trabajo. Eventualmente podré repostular, pero no está dentro de mis planes, porque de aquí a tres años pueden pasar muchas cosas. Además, tengo muchas complicaciones en esta región, las que me generan un poco de esquizofrenia, porque a nivel nacional me siento parte de la Nueva Mayoría, creo que el programa de gobierno es transformador socialmente, pero llego a mi región y todo cambia.

Hay una visión centralista que nos trata a las regiones como verdaderas colonias. Todo lo relevante se decide en Santiago, donde la ciudadanía no tiene nada que decir. A eso hay que sumarle que este feudo tiene un señor feudal, un carajete que hace de senador y que se empeña en demostrar que lo dirige todo y que puede darse todos los gustos, incluso con el descaro de poner a todos al servicio de un hijo, que lo hace pasar como iquiqueño, para que todos los serviles, porque acá no hay servidores públicos, sino serviles de Rossi, se pongan a la disposición de una eventual candidatura de este hijo aparecido que tiene. Poner a servidores públicos, que están siendo pagados con el erario fiscal, a hacer campaña política adelantada por el hijo del que se cree dueño del fundo, me parece que es corrupción y yo no lo tolero. Llego a la región y me indigna profundamente ver esta presentación en sociedad, viendo que anda repartiendo volantes, con directores de servicio, seremis, ¿este hijo de Rossi es un funcionario público?, ¿por qué todos estos funcionarios que debieran estar trabajando para la gente están trabajando para el hijo del senador? Eso me provoca, me indigna. Me siento provocado por este… no quiero decir senador, porque la palabra queda grande... por un carajete que se adueñó del gobierno regional.

Uno va a cualquier lado de Santiago y todos hablan mal de Mitchel Cartes, todos. No he escuchado a nadie hablar bien de Cartes. A nadie. Todos saben lo débil que es, la figura insignificante, la incapacidad que tiene para el gobierno regional, pero se mantiene. ¿Quién lo mantiene?, ¿un Rossi, un Aleuy?, ¿quién mantiene a este sujeto?

- Yo no he hablado de que un padre no pueda inspirar a su hijo para que siga una carrera política. Si hay hijos que quieren seguir la carrera política de sus padres me parece bien. Además, no podemos comparar a los hijos de Jorge Soria con el hijo de Rossi. Seamos sinceros, los hijos de Soria se sacan la 'cresta' por nuestra región y por nuestra ciudad. El hijo de Rossi es recién un aparecido. Él lo trae aquí para que le sea útil. Es una vulgar treta política. Este Rossi es tan descarado que usa a su propio hijo para llevarlo a las elecciones municipales y medirse él en las senatoriales. Yo no tengo ningún inconveniente de que el hijo de un político se gane, con sudor del día a día, su derecho de representar a la ciudadanía…

- Yo siento que Rossi no es mi compañero de coalición. Él es un tipo que sólo está pensando en él, en su reelección y al parecer ahora en cómo instala a su hijo. Yo creo que son sujetos como Rossi los que nos llevan a tener el descrédito que tenemos en la política, a tener la desaprobación en el Parlamento y a una mala evaluación de la Presidenta.

- Estoy sorprendido con ese documento y sorprendido con que el presidente de mi partido lo haya firmado. Tengo primero que hacer las consultas de rigor al interior de la orgánica partidaria. Siento que no tenemos que hacernos cargo de la corrupción de todos aquellos que han transado sus cargos y su dignidad para estar en el Parlamento recibiendo platas de Soquimich o de Penta. Siento que debo hacer preguntas al interior de mi propio partido.

- Creo que este documento firmado por el presidente de mi partido, y como él mismo lo dice, nos pone a la misma altura de la basura política existente en nuestro país y créanme, yo no estoy a la misma altura, no porque me crea superior, sino porque nunca le he pedido un peso a ninguna empresa ni transnacional minera…

- Este sinvergüenza de Galleguillos podrá decir lo que quiera, a mí me da lo mismo. Yo no respondo a sus interpelaciones. Yo trato de que me haga sentido aquello que tenga al menos una estatura moral, y esa estatura ética y moral se la desconozco.

- He sabido de despidos que hubo en un principio de la administración de Jorge Soria, cuando no quiso llevar adelante contratos que dejó Myrta Dubost, quien puso de planta a casi sesenta personas, las que interpusieron recursos que fueron acogidos por la Corte de Apelaciones de Iquique. Yo creo que esta maniobra política de la exalcaldesa Dubost es reprochable y la Corte equivoca en su decisión de querer mantenerlos ahí.

- Rossi, al igual que Galleguillos, usan muy bien la estrategia nazi de 'mentir, mentir que algo queda'. Acá hay muchas personas que han sido condenadas. En el mismo caso Muebles hay cinco condenados. Todo lo que dije sobre ese caso quedó comprobado en el fallo. Y aunque parezca extraño, lo que hoy se está dando a nivel nacional, es justamente lo que yo hice aquí con la corrupción, judicializarla.

- A mí me parece que sí. Creo que toda la fuerza con la que se terminó el año legislativo 2014 se perdió debido al caso Caval. Además, tengo la impresión de que este caso está recién empezando y que van a aparecer muchas más aristas que complicarán la situación de Dávalos y la Presidenta. Eso a mí me preocupa, tanto por ella como por el programa de gobierno. Porque el programa tenía como propósito transformar la sociedad chilena. J