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Personas enfermas recibieron la comunión en sus hogares

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Los católicos iquiqueños particioparon en la tradicional corrida de cuasimodo, fiesta religiosa que se celebra siete días después de Semana Santa para llevar la comunión a las personas enfermas que no pudieron asistir a la vigilia pascual, como signo de resurrección de Jesús.

Una treintena de cuasimodistas acompañados del sacerdote Algimiro Alaez y el diácono Hugo Iriarte, visitaron las casas de un poco más de 40 enfermos.

Cada uno de ellos adornó con globos y guirnaldas su bicicleta o automóvil para recorrer las calles de la ciudad, como custodios del cuerpo de Cristo convertido en comunión para los enfermos.

En las fiestas de Pascua a los enfermos se les anuncia la alegría de Cristo resucitado, "es por ello que como signo de ese anuncio de la buena noticias, es que se les lleva la comunión hasta sus casas", dijo el sacerdote.

Agrega que como una respuesta de haber vivido la Semana Santa, es que "la comunidad sale al encuentro de los hermanos enfermos para que todos puedan sentir que Jesús resucitó, que no los deja solos y que también deben y son parte de esta alegría", dijo Alaez.

preparación

"Cada uno de los cuasimodistas ha trabajado en la preparación de esta celebración. Toda la ornamentación de la capilla, las bicicletas y autos la realizan ellos", dijo Juan huerta coordinador de Cuasimodo.

Cuenta que todas las cosas se las consiguen a través de donaciones porque no siempre hay recursos para ello.

En cuanto a las familias de los enfermos, "ellos durante los días de Semana Santa tuvieron la posibilidad de inscribir a sus familiares. Luego el sacerdote de la comunidad los visitó y los confiesa en algunos casos", dijo Huerta.

Agrega que en esa visita se le explica a la familia como se realizará la actividad, "a cada familia les pedimos que preparen un altar en sus casas y que en la fachada de sus casas ellos pongan una bandera, para que así nosotros podamos identificarlos".

Las familias como signo de gratitud después de una oración, reciben la comunión y la bendición, comparten con los cuasimodistas, sacerdotes y diáconos que componen la caravana un refrigerio.

La caravana salió pasado el mediodía desde la calle Galvarino con Céspedes y González, y comprendió las calles Santiago Polanco, cerro Dragón hasta la península de Cavancha. Todo el trayecto duró más de cuatro horas. J