A las 19 horas de este viernes la Policía de Investigaciones recibió el llamado de la Fiscalía de Pozo Almonte por el hallazgo de un cadáver en el kilómetro 9 del camino a Mamiña.
Tras el viaje, la PDI se presentó a eso de las 21 horas del viernes en la ruta que va a Collahuasi, específicamente en un sector donde se realiza la extracción de áridos.
En el lugar, la policía civil inició la investigación respecto a los restos mortales encontrados previamente, identificando a la víctima con las iniciales H. M. E. de treinta años, de nacionalidad boliviana, aunque con residencia definitiva en Chile.
El hombre trabajaba como cuidador del sector, labor que le habría provocado la muerte en alguna ronda, ya que su cuerpo presentaba rasgaduras en sus vestimentas, correspondientes a la acción de perros que estaban en el lugar.
El comisario Pablo Villanueva, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, explicó que las heridas presentadas por el fallecido eran tanto del tipo vitales como post mortem.
"Las heridas indican que, en primera instancia, la víctima pudo haber sufrido algún infarto o accidente cardiovascular para luego ser atacada por perros". Villanueva aclaró eso sí, que esto no significa que esté descartada la muerte directa por la acción de los canes, ya que la autopsia en el Servicio Médico Legal está pendiente.
"Lo que sí está descartado cien por ciento, es la acción de terceras personas. La acción de la fauna cadavérica actúa ante la descomposición de los cuerpos", explicó el comisario refiriéndose a la posible acción de perros.
Junto a eso, según indicó la PDI, a partir de la información entregada por el análisis cadavérico, se estima que el deceso ocurrió diez horas antes la llegada de la policía.
HALLAZGO
A pesar de que el fiscal a cargo del caso Juan Valdés determinó que la investigación quedara a cargo de la BH de Investigaciones, el primer efectivo policial en llegar al lugar correspondió a Carabineros.
Según el capitán Jesús Salinas, subcomisario de la Segunda Comisaría de Pozo Almonte, una persona que transitaba por el sector hizo la denuncia ante la policía uniformada, respecto a un sereno que habría sido hallado en una empresa de movimiento de áridos. "Se encontraba con claros indicios de haber sido atacado por una jauría, un grupo de perros. Le habrían comido una de sus piernas, y los perros también tenían indicios de tener sangre en sus hocicos", dijo Salinas.
Según Carabineros, el cuerpo de la víctima tenía mordeduras también en su cabeza y brazos, al punto de que algunos huesos habrían quedado a la vista tras ser presuntamente atacado por un grupo de cinco animales. J