Sin lugar a dudas nuestro Chile, es una particular copia feliz del Edén, como reza nuestra canción nacional. Desde siempre hemos sido tocados por las tragedias, de las más variadas, en donde cada vez se pone a prueba nuestra entereza. Los ejemplos sobran, el mundo entero ha sido testigo de las veces que nos hemos puesto de pie, ni siquiera queda el tiempo para llorar, como prueba, es cosa de ver los últimos cinco años, tembló muy fuerte el 27/F, dejando muchas víctimas y graves daños, el mismo año, 33 mineros quedan atrapados en el norte, que gracias a un despliegue humano-técnico tienen un final feliz.

El 2011 lo marcó el accidente de aviación en la isla Juan Fernández, seguidillas de incendios, hasta llegar al mega incendio de Valparaíso que no logra quebrar la voluntad de los porteños.

Este año comienza con la erupción del volcán Villarrica, le siguen los aludes de barro en el norte, con pérdidas de vidas, desaparecidos e invaluables daños y ahora vuelve la naturaleza a retarnos en el sur, tras más de 40 años despierta el volcán Calbuco, con impactante erupción, es un hecho en desarrollo.

Cada una de estas pruebas de vida ha dejado imágenes imborrables en los chilenos, que nos obligan a estar siempre alertas, nunca se sabe cuándo y dónde la naturaleza nos pondrá a prueba, para confirmar una vez más, que nuestro Chile, sí es una muy particular copia feliz del Edén…

Por todos los chilenos que día tras día se ponen de pie.

Luis Enrique Soler Milla

Es lamentable que le dé espacio a la actividad del "enchulado" de autos. Como usted sabrá, estos en definitiva no son utilizados de manera responsable por sus dueños, ya que justamente los "sonidos" y de alta tecnología son los que afectan diariamente a la gran mayoría de los ciudadanos simples y normales que desean descansar luego del responsable día de trabajo.

Todos esos "sonidos" son utilizados fuera de la ley, ya que superan los niveles aceptados, pero más grave es que, como todos sabemos, estos vehículos se utilizan en las carreras ilegales que día a día destruyen la calidad de vida de miles de personas, por años.

Exceso de velocidad, emisión de ruidos sobre lo permitido (tubos de escape y música a puertas abiertas) y acompañado a esto, la irresponsabilidad de estos conductores que no dudan en desafiar a la ley y el orden, con prepotencia y violencia, mostrando día a día que no le temen a la autoridad y menos a respetar el derecho de los demás.

Sin duda, su artículo de la semana pasada y las fotos los motiva a seguir en lo mismo.

Areli Valdivia