Alto Hospicio: conceptualización
El puerto de Iquique, se configura en una continua pertenencia y asociación a ser una zona migratoria, dado que en su historia existe un patrón cosmopolita y de continua inmigración no sólo poblacional, si no también cultural que lleva continuas reconfiguraciones de la culturalidad del habitante, es decir el iquiqueño.
Las noticias de apogeo de Iquique desde la fines de la década de los 70 y su proyección de trabajo se difunden entre las regiones y ciudades del país, siendo atractivas para los sectores populares rurales y urbanos del norte chico, centro y sur del país. Este fenómeno atrae población, por tanto, se establece la constante de larga duración en Iquique al considerarse una zona de migración de siglos.
Desde las tierras de Coquimbo, de los valles centrales y el litoral de Concepción, de Chillán y los canales australes, migran hacia el Norte, sin embargo al igual que en las épocas álgidas de movimiento migratorio que remecieron el siglo XX. Es a partir de la década de los ochenta que comienza a emerger el nombre de "Alto Hospicio", convirtiéndose hasta la actualidad en un referente de futuro y proyección para hombres y mujeres en busca de un lugar donde vivir, trabajar y tener esperanzas.
Alto Hospicio, como condición histórica es un espacio heterogéneo, que se ubica en una frontera entre el inicio del espacio poblado de ayer, como la pampa salitrera y el espacio poblado del presente: Iquique, Era una puerta de sombra a fines de los ochenta, pero distinta y con su propia proyección de ciudad en este siglo XXI.
Por otra parte, es la tierra de la esperanza o de la promesa del vivir mejor y de la estabilidad que llega hasta la prosperidad que responde a la clásica atracción que este Norte, ha ejercido en la población del centro y sur de Chile, desde la época del auge salitrero, pasando por el éxito pesquero industrial, el puerto libre en Arica, la Zona Franca y la actual ocupación de faenas mineras.
Es por ello, que muchos buscarán en Alto Hospicio una nueva oportunidad para construir la vida, será en los antiguos arenales, entre las viejas estaciones de trenes y el terreno salino trazarán las primeras huellas de Alto Hospicio.