Secciones

Tarapaqueños cuentan su historia para postular al bono trabajador de Leonardo Farkas

E-mail Compartir

Quien no ha soñado ganarse un bono de $5 millones y más aún como recompensa a su esfuerzo como trabajador. Esta idea tiene a muchos a tarapaqueños postulando al bono trabajador que el empresario Leonardo Farkas está entregando por estos días y que ya premió a 6 afortunados chilenos.

A través de las redes sociales se han viralizado un sinnúmero de historias de trabajadores de la Primera Región, donde se dan a conocer los sacrificios que estos realizan para llevar a cabo su meta de tener un ingreso para su diario vivir.

Es así como la comunidad de Iquique postuló a Javier Izquierdo, de 38 años, quien el 2011 perdió sus dos manos producto de una mala manipulación cuando se encontraba confeccionando fuegos artificiales de manera artesanal.

"Sufrí la amputación bilateral de los miembros superiores. Esto fue en diciembre del 2011. El fuego artificial que estaba preparando me explotó y desintegró mis manos. Estuve en coma tres días y otros 14 hospitalizado", recordó Javier, quien comentó también que estuvo seis meses en rehabilitación y que un año después logró conseguir sus prótesis a través del Senadis.

El padre de tres hijas (13, 15 y 17 años), precisó que nunca le costó adaptarse a su nueva condición, ya que siempre tuvo presente que el error de manipulación que provocó el accidente fue suyo.

"Al mes ya sabía utilizar bien mis prótesis. Hoy cocino, atiendo mi casa y trabajo como cualquier vendedor ambulante en el centro de Iquique", agregó Izquierdo, quien vive en Alto Hospicio y baja todos los días a la capital regional para vender sus set de agujas.

"Me han ofrecido trabajo, pero no los acepto porque me gusta manejar mis tiempos y porque creo que es un trabajo honrado el que realizo. La gente me recibe bien, nunca me han discriminado por no tener mis manos y yo he aprendido a usarlas de manera de manera de generar un trabajo honrado", dijo el trabajador, quien fue postulado a la campaña de Leonardo Farkas por los transeúntes que ven cómo todos los días se instala esforzadamente en calle Tarapacá entre Lynch y Obispo Labbé por las mañanas y en Tarapacá con Vivar por las tardes.

Javier se separó de la madre de sus hijas el año 2004, pese a ello siempre ha estado al lado de ellas, confesó el hombre, quien agrega que actualmente tiene una nueva pareja a la que conoció pocos meses después de perder sus manos y "quien me acepta tal cual soy", dijo.

MUJERES

Otra historia que conmueve en las redes sociales es la de Ilia Ramos Bucarey, quien vive en Pozo Almonte junto a su esposo y sus hijos.

Esta mujer de 44 años, cuenta con una larga historia de sacrificio y que actualmente la tiene trabajando por las mañanas como parte del grupo de limpieza y cuidado de áreas verdes del municipio de Pozo Almonte y por las tardes en el vertedero de esta misma comuna.

Ilia debió comenzar a trabajar hace 6 años ya que su esposo, quien tuvo en ese tiempo problemas de adicción, no le estaba cooperando para alimentar a sus hijos.

Es así como planchaba y lavaba ropa en casas ajenas, hasta que su esposo logro rehabilitarse internándose en un centro en Iquique.

Por varios meses ella estuvo sola a cargo de su familia, a la que se sumó su madre. Poco a poco esta mujer salió adelante hasta que regresó su esposo ya rehabilitado de su adicción.

Actualmente ella junto a su pareja, a quien le dio una segunda oportunidad por el bien de sus hijos, trabajan juntos.

Sin duda son muchas las historias de mujeres trabajadores, pero la Gladys Montalván, ecuatoriana de 38 años, también destaca.

Ella fue postulada a este bono por sus propios clientes, ya que cuenta con un pequeño puesto de confites y diarios en la esquina de La Tirana con Tadeo Haenke.

"Llegué a Chile buscando nuevos horizontes. Vivía en Las Dunas, departamentos que fueron derrumbados luego de quedar en malas condiciones por el terremoto del año pasado. El 2007 comencé vendiendo roscas en este lugar y hoy ya tengo algo más elaborado. Con el dinero que gano coopero con los gastos de las casa, en la cual vivo con mi esposo y mi hija de 10 años", dice Gladys quien no sabía que a través de las redes sociales circulaba una foto de ella postulándola a este bono de Farkas.

TRABAJADORES

Jorge Mejía Ulloa, tiene 72 años y desde los 16 trabaja. Su primera jornada laboral la realizó junto a su padre en los botes pesqueros de Iquique. Posteriormente y con años de experiencia logró ser tripulante de pesca, hasta 1985 cuando jubiló. Fue ahí cuando comenzó a trabajar como chofer de colectivo para seguir teniendo mayores ingresos, hasta el 9 de julio del 2013 cuando sufrió un accidente de tránsito, que lo dejó en estado vegetal.

Su familia lo postula a través de Twitter a este bono del día del Trabajador, como recompensa por el sacrificio que este hombre realizó desde muy pequeño, primero para ayudar a sus padres y luego con sus propios hijos.

Otra historia que circula por Twitter es la de Luis Ortiz , quien comenzó a trabajar a los 10 años dejando sus estudios básicos hasta octavo año y así apoyar económicamente a su familia ya que su padre tenía serios problemas al corazón.

Actualmente este hombre trabaja de lunes a domingo y desde las 6 hasta las 20 horas en la construcción.

"Por sus estudios no puede postular a nada mejor. Sé que están postulando muchas otras personas pero creo que mi padre se lo merece. Pese a que no tiene estudios siempre se las busca para darnos lo mejor", comentó su hija quien lo postuló a pesar que sabe que él se enojará cuando se entere. J