Secciones

Celebrando el trabajo

E-mail Compartir

En una hermosa plegaria la Iglesia reza: "Señor, el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo has dejado la huella de tu gloria en cada hombre y mujer creados a tu imagen. Tú los llamas a colaborar con el trabajo de cada día en el proyecto de la creación…"; de una manera hermosa el creyente reconoce el poder de Dios y la dignidad de la persona humana.

Hemos celebrado a los trabajadores y trabajadoras; como creyentes hemos bendecido a Dios que nos ha confiado el continuar la obra de la creación por medio del trabajo que cada uno realiza y hemos pedido que cada uno de sus hijos pueda contar siempre con un empleo digno y estable.

El ser humano con su trabajo no sólo transforma las cosas y la sociedad sino que se perfecciona a sí mismo. Aprende mucho, cultiva sus facultades, se supera y transciende. Ante esta realidad que constatamos, cómo no pensar en el dolor de tantos desempleados, en el hecho de que en nuestro país sean tantos cientos de miles de jóvenes que no estudian ni trabajan, en el hecho de tantos subempleados, en que la remuneración de las mujeres ante un mismo trabajo sea menor que el de los hombres. Todas estas son realidades que nos han de inquietar y mover a buscar las adecuadas soluciones. No siempre se tiene a mano una respuesta adecuada a cada una de estas cuestiones, pero creo que un diálogo sincero entre trabajadores, empresarios, legisladores, entre la sociedad toda, se puede soñar en que sea realidad el momento en que cada uno pueda tener y realizar su trabajo con la convicción de que junto con ganar el sustento, el trabajo resulta provechoso en bien de la sociedad, desarrollamos la obra del Creador, servimos al bien de los hermanos.

Oremos para que en nuestro Chile, dejando de lado desconfianzas, se encuentre el marco regulador que permita a cada hombre y mujer realizar su trabajo con confianza. Todo lo que se pueda hacer para que haya más justicia, mayor fraternidad y un más humano planteamiento en los problemas sociales ayuda a que el ser humano viva la gran verdad: "el ser humano vale por lo que es". Hermanos y hermanas trabajadores, Dios les bendiga.

En campaña

E-mail Compartir

Más de un año resta para que los habitantes de Tarapacá, voto en mano, decidan quiénes serán las autoridades comunales y considerando el calendario parece definitivamente un exceso que ya hayan candidaturas y más aún actividades de campaña.

En este sentido, sabido es que el periodo oficial para realizar libremente una campaña de cualquier candidato es de sólo un mes antes de la fecha de la elección, pero con ocasión del Día de la Madre ya fue posible observar cruces de palabras, regalos e incluso más de algún conato en los barrios.

Si bien las responsabilidades son compartidas, no hay que perder el foco. Los alcaldes y concejales en la actualidad están en plena gestión y deben necesariamente preocuparse de dar cumplimiento a lo comprometido en las elecciones anteriores, más allá de pensar en lo que harán en el periodo siguiente.

Otro tema importante, en el caso de los concejales, es que los ediles tienen una función propositiva y fiscalizadora, pero pudo apreciarse, a lo menos en los dos últimos procesos eleccionarios, la presentación de promesas o compromisos de los cuales no tienen una real atribución. El regreso del Cine Délfico, la construcción de sedes sociales, entrega de implementación deportiva y la apertura de espacios para la cultura son sólo algunas de las propuestas que entregaron, las que más allá de sugerir, dependen totalmente de los alcaldes e incluso de servicios públicos.

Raya para la suma, los electores valorarán el buen trabajo, obras, avances, programas y mejoras que realicen en sus actuales gestiones, por lo que deben por el bien de las comunas de la región trabajar hoy, para recibir mañana la preferencia de quienes los premien por su excelente gestión. No hay que olvidar que el voto es secreto y la marca que pone cada elector es la que manda. Las peleas, conatos y actitudes negativas no son el mejor gancho para quien aún está indeciso.

Las encuestas, que siempre son analizadas convenientemente por cada sector involucrado, dicen una sola cosa irrefutable, hoy la política pasa por uno de sus peores momentos y hay que reencantar positivamente al elector.