Celebrando el trabajo
En una hermosa plegaria la Iglesia reza: "Señor, el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo has dejado la huella de tu gloria en cada hombre y mujer creados a tu imagen. Tú los llamas a colaborar con el trabajo de cada día en el proyecto de la creación…"; de una manera hermosa el creyente reconoce el poder de Dios y la dignidad de la persona humana.
Hemos celebrado a los trabajadores y trabajadoras; como creyentes hemos bendecido a Dios que nos ha confiado el continuar la obra de la creación por medio del trabajo que cada uno realiza y hemos pedido que cada uno de sus hijos pueda contar siempre con un empleo digno y estable.
El ser humano con su trabajo no sólo transforma las cosas y la sociedad sino que se perfecciona a sí mismo. Aprende mucho, cultiva sus facultades, se supera y transciende. Ante esta realidad que constatamos, cómo no pensar en el dolor de tantos desempleados, en el hecho de que en nuestro país sean tantos cientos de miles de jóvenes que no estudian ni trabajan, en el hecho de tantos subempleados, en que la remuneración de las mujeres ante un mismo trabajo sea menor que el de los hombres. Todas estas son realidades que nos han de inquietar y mover a buscar las adecuadas soluciones. No siempre se tiene a mano una respuesta adecuada a cada una de estas cuestiones, pero creo que un diálogo sincero entre trabajadores, empresarios, legisladores, entre la sociedad toda, se puede soñar en que sea realidad el momento en que cada uno pueda tener y realizar su trabajo con la convicción de que junto con ganar el sustento, el trabajo resulta provechoso en bien de la sociedad, desarrollamos la obra del Creador, servimos al bien de los hermanos.
Oremos para que en nuestro Chile, dejando de lado desconfianzas, se encuentre el marco regulador que permita a cada hombre y mujer realizar su trabajo con confianza. Todo lo que se pueda hacer para que haya más justicia, mayor fraternidad y un más humano planteamiento en los problemas sociales ayuda a que el ser humano viva la gran verdad: "el ser humano vale por lo que es". Hermanos y hermanas trabajadores, Dios les bendiga.