Justificando plenamente nuestro Rol como Universidad Pública Regional y generando asociación como con otros centros de estudios superiores estatales, es que nuevamente nos ponemos a la vanguardia de un tema tan controvertido como contingente, como es la relación entre Chile y Bolivia.

Esto porque entre ayer y hoy, en nuestro Centro Docente y de Vinculación que tenemos en la capital y que coloquialmente denominados como la "embajada del Norte Grande en Santiago", desarrollamos el Primer Congreso de Estudios Transfronterizos y Paradiplomacia, pudiendo así en el centro de la oficialidad, establecer una voz alternativa y con pertinencia regional, que permita visibilizar la fluidez de la relación que tenemos con nuestros "hermanos" bolivianos.

Son 24 los investigadores provenientes de España, Francia, Brasil, Colombia, México y Chile y que producto del Proyecto Anillos SOC 1109 de Conicyt que desarrolla nuestro Instituto de Estudios Internacionales (INTE) y el Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago de Chile, que buscan definir la importancia que tiene la relación que los pueblos definen en zonas limítrofes y la capacidad de abstraerse de los discursos oficiales, en momentos de tensión.

Es así como con temas relativos a la paradiplomacia, movilidad y frontera, mediterraneidad boliviana e integración, dinámicas fronterizas, relaciones diplomáticas y transfronterizas entre Chile y Bolivia, migraciones y prácticas sociales transfronterizas y religiosidad y seguridad, se busca llegar a una ciudadanía capitalina, que muchas veces desconoce nuestra realidad y la forma de relacionarnos.

Por esto que a través de la acción en conjunto de dos universidades públicas, como la UNAP y la USACH y consecuentes con nuestra misión de vincularnos con nuestros pueblos originarios y sectores transfronterizos, podemos hoy ofrecer a una sociedad capitalina globalmente informada, pero que muchas veces carece de conocimientos sobre lo que diariamente vivimos en sectores fronterizos como Tarapacá y Arica Parinacota.

Los resultados de la prueba SIMCE en los octavos básicos y segundos medios dan una muestra de un problema de la educación en la región, que no ha podido solucionarse en la última década.

El año 2014 fueron 103 los establecimientos educacionales que rindieron la prueba y en el caso del Simce de octavo básico, la región tuvo un promedio de 235 puntos en comprensión de lectura, cinco puntos menos de la media nacional; en matemáticas un promedio de 251, seis menos y en historia 257 puntos cuatro menos que la media nacional.

Los puntajes obtenidos por los segundos medios, la región alcanzó 249 puntos, bajo el promedio nacional de 252 unidades; en matemáticas 258 puntos (265 nacional), mientras que en ciencias naturales 242 puntos, ocho puntos menos que el promedio.

A esto se suman los resultados alcanzados por los terceros medios en el Simce de Inglés, donde solo el 20,4% son capaces de comprender textos breves y simples, así como entender una conversación sobre temas cotidianos.

Fuera de generar análisis odiosos o comparativos entre establecimientos privados, subvencionados y municipales, lo principal del informe es graficar una realidad que independiente de la calidad de la medición, indica que los resultados están por debajo de los promedios.

Estos resultados además llegan en el contexto de la elaboración de una reforma educacional, que busca prescindir de los municipios como sostenedores y generar la creación de Agencias locales, que asumirían el trabajo de las corporaciones municipales.

Estas medidas, entre otras que tienen relación con la administración de la educación, sin embargo, tampoco aseguran una mejor calidad. Ni siquiera aquellas que hablan del fin a la selección, base para los mejores resultados de los colegios subvencionados.

Son necesarias medidas más claras sobre la calidad de la educación, no solo con medidas a largo, sino a mediano y corto plazo que busquen reducir la brecha entre los alumnos de hogares de mayores y menores ingresos, como también la que existe con aquellos que viven en las zonas extremas.