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De basural a plazoleta: La iniciativa de vecinos iquiqueños

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Más de cuarenta años tuvieron que pasar para que los vecinos de la población Gómez Carreño pudieran recuperar un importante espacio del sector, el cual fue utilizado por indigentes para dormir y como basurero.

Producto de aquello fue que la junta de vecinos y los pobladores quisieron recuperar ese espacio para convertirlo en una plazoleta.

Sergio Vera, presidente de la junta de vecinos "Gómez Carreño" comentó que esta iniciativa era un anhelo de muchos vecinos que viven frente a la nueva plazoleta, la cual está ubicada en 13 Oriente con Bertie Humberstone, detrás del jardín infantil "Lobito Marino".

"Esta recuperación de espacio era muy anhelada por nosotros porque esto era un foco de basura, drogadicción, alcohol y prostitución. Es un logro muy importante de todos los vecinos porque fue un trabajo en comunidad, ellos dijeron lo que querían en el espacio", relató Sergio Vera.

Juegos infantiles, iluminación con paneles solares y pasto sintético es parte de lo que se colocó en el terreno, dejando el lugar más acogedor para los vecinos del sector. "Pusimos unos juegos bien modernos para los niños y bien seguros, además pasto sintético, pusimos unas plantas que no requieren mucha agua e iluminamos con paneles solares para tener mejor luminosidad en las noches porque el sector es complicado cuando oscurece", comentó Vera.

Fue un trabajo que duró tres meses y que permitió que los más de 3 mil vecinos de la población resultaran beneficiados.

Cooperación y cuidado

El dirigente vecinal destacó la motivación y cooperación de los pobladores que viven alrededor de la nueva plazoleta, ya que son ellos mismos quienes se preocupan de mantener la limpieza y vigilan que no llegue gente a hacer destrozos.

"Están todos los días los vecinos tratando de mantener un orden, hay una buena cooperación por parte de los vecinos, ellos se comprometieron a cuidar este espacio", destacó Sergio Vera.

Parte de la inversión permitió además, cercar un pequeño terreno detrás del jardín infantil "Lobito Marino", el cual también era usado por indigentes para dormir.

Vecinos felices

Los más felices son los niños y sus padres, quienes ahora tienen un lugar dónde llevarlos en sus ratos libres.

"Yo vengo todos los días acá desde que se abrió la plazoleta, vengo con muchas mamitas que después del jardín traemos a nuestros hijos porque se divierten acá. Antes habían ruqueros y estaba muy feo", opinó Ángela Araya, apoderada del jardín "Ecosemillita".

Fabiola Alcaíno es otra apoderada que después de las clases de su hijo, lo lleva a disfrutar un rato en los nuevos juegos. "Me gustó, y aquí los niños se relajan, además antes acá venían a dormir los ruqueros y hacían sus necesidades, bonito que lograran recuperar el espacio", dijo.

Esta fue una inversión de más de 35 millones de pesos que fueron otorgados a través del programa de recuperación de barrios "Quiero Mi Barrio" que tiene el ministerio de Vivienda y Urbanismo. J