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Plaza Prat: un lugar de encuentro multicultural

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Transitar por la plaza Prat permite sacar una radiografía, en espacio reducido, al Iquique de hoy. Diversas culturas adornan este histórico espacio público que durante estos días se ha mantenido con alta concurrencia.

La imponente Torre del Reloj, es el punto central de un recorrido cosmopolita por el casco histórico de la ciudad. Abajo y a un costado de la base de la torre, un grupo de aproximadamente diez adolescentes realizan coreografías al ritmo del K-Pop, estilo coreano que cada día cobra mayor fuerza con estos fanáticos que escogen la plaza como punto de encuentro.

Al ingreso de la plaza, por calle Serrano, una feria del libro incluyó un nuevo puesto que llenó de música y colorido a la muestra. Se trata de un rincón dedicado a la cultura cubana, donde Eduardo Ocaña, proveniente de Santiago de Cuba, llama la atención de quienes visitan el lugar, con música ambiental y elementos típicos de la isla.

"Estoy de paso aquí, esta es una feria itinerante que luego partirá a Antofagasta y después a Calama. Acá presentamos la literatura de Cuba y artesanía, como un pequeño rincón cultural", explica Ocaña quien reconoce estar encantado por el clima de la ciudad y la solidaridad de los iquiqueños.

"Iquique es un rincón cultural bien alejado de la capital, pero con alta presencia de culturas, la gente es muy solidaria con nosotros", dice el representante cubano que permanecerá en el lugar hasta el próximo 27 de julio.

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Basta dar una vuelta por los alrededores de la Torre del Reloj, para notar el alto movimiento en el lugar.

Frente al frontis del Teatro Municipal, niños de todas las edades se divierten sobre los tradicionales paseos en autitos; mientras a pocos metros, otro grupo de personas ríen y disfrutan observando al reconocido "Señor de las conchas".

Días atrás, en el mismo lugar, una agrupación de brasileños danzaba al ritmo de la capoeira ante decenas de iquiqueños y turistas que se detuvieron a mirar, atraídos por el pegajoso ritmo.

"Es entretenido venir y encontrarse con tantas culturas diferentes. Veníamos a visitar el reloj y nos encantó, pero también nos encantó el ambiente tan acogedor que encontramos", expresa Carla Bustamante, visitante a la ciudad que se detuvo a observar a un padre e hijo, ambos chinchineros, justo al costado del club Croata.

"Nosotros le damos vida a la plaza, al turista que viene llegando, para que vea que acá en Chile se quiere el arte. Uno lo hace más para la gente, para que se sientan cómodos en Iquique", menciona Alejandro Muñoz, el chinchinero que junto a su hijo de seis años, causa gran atracción en el centro histórico.

"La gente nos felicita por la tradición y nos piden que nos mantengamos aquí", cuenta con orgullo Muñoz.

El ida y vuelta en la plaza no se detiene, son cientos los que llegan a recorrer este atractivo turístico de la ciudad y que se han llevado no solo un recuerdo de Iquique, sino también de las diferentes culturas que llegan a mostrar lo mejor de sus tradiciones a un punto de encuentro que gracias a ellos, cobra vida en la ciudad. J