30% de los postulantes da mal su pretensión de renta
En casi toda postulación para un nuevo trabajo se le pide al candidato entregar sus pretensiones de renta. El monto debe ser en números reales y no en respuestas evasivas como "acorde al mercado" o responder con una contrapregunta de cuánto es lo que se ofrece.
Pese a ser uno de los puntos más importantes o la razón de porqué se busca cambiar de trabajo, la respuesta a la pretensión de renta es frecuentemente donde los candidatos cometen más errores. Esto, ya sea por desconocimiento de los salarios que se manejan en el mercado laboral para un cargo y funciones similares, por inseguridad respecto a sus propias habilidades y/o por escasa capacidad para "venderse".
Según Paloma Alvear, psicóloga y management development analyst de Randstad, alrededor del 30% de los postulantes tiene dificultades para manejar correctamente esta pregunta, lo que representa una cifra elevada si consideramos que esta interrogante suele ser decisiva en un proceso de selección.
"Si el candidato demuestra no tener noción alguna de los rangos que se manejan para la posición a la que postula o titubea al momento de fundamentar sus expectativas salariales, lo más probable es que quede fuera de las opciones, más aun tomando en cuenta que existen posiciones en las que sí se manejan ciertos rangos de renta de mercado. Esto tiene mucho que ver con la seguridad del candidato y la preparación ante una entrevista", dice la especialista.
Para tener un mejor desempeño es esta fase de la entrevista, Alvear entrega algunos consejos, como averiguar cuál es el intervalo que manejan otras compañías para un cargo con similares responsabilidades, nivel de estudio, manejo de idiomas y años de experiencia, además de revisar información oficial, con el objetivo de poder negociar con más propiedad y seguridad con el reclutador.
"Hablar de dinero siempre puede ser un poco incómodo para los postulantes y generalmente temen equivocarse, por lo que contar con datos sirve mucho para bajar el nivel de ansiedad y manejar rangos más aterrizados", agrega.
También hay que ser flexible pues si la organización da beneficios, además de bonos y otros incentivos, quizás la pretensión inicial podría bajar. J