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Indigentes usan a lobos marinos "salvajes" para pedir dinero a transeúntes

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Los paseos por el museo Corbeta Esmeralda, desde hace unos días se convirtieron en un riesgoso panorama, ya que la presencia de lobos marinos salvajes fuera de su hábitat natural está preocupando tanto al personal del recinto, como a transeúntes y turistas que circulan por el sector.

Esta situación se debe a que dos indigentes están utilizando a estos animales marinos para pedir dinero a quienes pasean por los alrededores del Corbeta Esmeralda.

Durante el día, desde el mediodía en adelante, estos individuos alimentan a los lobos marinos y los llevan hasta la vereda por donde circula la gente. Ahí les ofrecen pescado a los lobos e intentan hacer trucos con ellos, mientras que alrededor las personas se aglomeran y le dan algún aporte monetario a los indigentes.

Dicha situación tiene muy preocupados a los funcionarios del museo, quienes ven cómo ya se hizo habitual la presencia de estos animales en pleno paseo peatonal, expresando que temen que alguien pueda ser mordido por uno de estos lobitos.

"Una de estas personas tomó la costumbre, hace unas tres semanas o un mes, de tirarle comida a los lobos marinos y los saca hacia la calle y los hace pasear por delante del museo de un lado al otro", relató el director del museo Corbeta Esmeralda, Miguel Riquelme.

El director del museo histórico precisó que para él se están vulnerando dos factores, "primero hay maltrato animal porque los obliga a salir para darle alimento. Este sujeto anda con un palo y con eso los mueve y los picotea y la gente les da plata por eso. Segundo, como esta persona les da alimento y los saca de su hábitat, estos animales se están acostumbrando a estar en la calle y en las mañanas esto es un mugrerío y nadie limpia. Somos nosotros quienes con productos de limpieza del propio museo, limpiamos", comentó Riquelme.

Según lo expresado por el director del museo, esta situación cada vez se está haciendo más frecuente y que ellos han conversado con los turistas que llegan ahí para que no incentiven estas acciones.

EXPERTOS

Para Jesús Medina, encargado del Centro de Rescate Marino, las acciones realizadas por los indigentes es bastante peligrosa, expresando que un lobo marino puede llegar hasta matar a una persona con tan sólo una mordida del animal.

Además aclaró que los indigentes no pueden agarrar a los animales porque están protegidos por ley.

"Es sumamente peligroso, porque una mordida de un lobo marino puede romper el fémur, te lo puede quebrar con una mordida, es muchísimo más fuerte que la mordida de un perro. Te puede matar si te muerde la cabeza, la cara, el cuello", precisó Medina.

El encargado del Centro de Rescate Marino informó que un lobo marino puede pesar entre los 500 a 600 kilos, en el caso de un macho adulto y la defensa que ellos tienen es la mordida. "Ellos no saben qué intenciones tú tienes, si te vas a acercar para hacerle cariño o para sacarte una foto, ellos se sienten agredidos porque son animales muy territoriales. Imagina a un niño lo que podría pasarle", agregó Medina.

Por último, explicó que estos animales al no estar acostumbrados a tratar con gente, pueden atacar sin importarle nada.

La sociedad conservacionista Kaitieki también se mostró preocupada por la situación. Bárbara Gajardo, presidenta de la organización, expresó que lo que estas personas están haciendo es muy irresponsable y ratificó lo expresado por Jesús Medina al decir que el ataque de un lobo marino a una persona, sobre todo a un niño, puede llegar a matarlo.

"Lejos de ser una irresponsabilidad, estos ruqueros ponen en riesgo su vida y la del resto. Nosotros nos colocaremos en contacto con Sernapesca para que ellos tomen las medidas que correspondan", dijo la animalista.

Para Gajardo, esta situación debe ser detenida pronto, antes de lamentar un accidente hasta la muerte de una persona. "Esto hay que pararlo en seco. Si bien ellos siempre han dormido ahí y salen a veces producto de las marejadas, el alimentarlos provoca que permanezcan ahí y busquen comida tal como lo hacen los perros callejeros, ya que ambos animales están evolutivamente relacionados pero con la diferencia de que la mordida de un lobo marino de unos 200 kilos es mucho más grave que la mordida de un perro", explicó la experta.

AUTORIDADES marítimas

Según lo expresado por el gobernador marítimo, capitán de navío Juan Gajardo, estaban al tanto de la situación pero que es algo que se da ocasionalmente.

"Esta es una situación aleatoria, no es de todos los días. Yo le dije a la gente del museo que, obviamente, no les puedo poner a un marino de manera permanente, y ellos deben controlar la seguridad alrededor para que no le vaya a afectar a algún turista, así que las veces que ellos piden apoyo, nosotros mandamos una patrulla para evitar que siga sucediendo", expresó el gobernador marítimo.

Por su parte, Patricio Rivas, fiscalizador del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) hizo un llamado a los transeúntes y turistas que diariamente visitan el paseo Lynch y el museo Esmeralda a que no alimenten a estos mamíferos, que no se les acerquen y que ojalá el museo pudiera cercar más los alrededores para que los lobos marinos no salgan.

"Nosotros le pedimos a la gente del museo que pudieran aumentar las barreras de protección y colocar señaléticas. Si bien nosotros velamos por el resguardo de los animales junto al Centro de Rescate Marino del municipio, en este caso lo que debemos hacer es evitar estas acciones y educando a la gente para que tengan cuidado y no se expongan", acotó el profesional. J