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"La incertidumbre genera un estancamiento que es peligroso"

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La Universidad Santo Tomás (UST) inicia su segundo semestre y la planificación ha sido ardua, reconoce su rector, el ingeniero civil, Juan Carlos Carreño. No como en "las otras" asegura, refiriéndose a la Universidad Tarapacá (UTA) y la Universidad Arturo Prat (Unap), que cumplieron dos meses en paro y toma.

Sin embargo, el año ha sido particular, y no a nivel académico, sino por el anuncio que realizó el pasado 21 de mayo la Presidenta Michelle Bachelet: Sólo podrán optar a la gratuidad universitaria en 2016, el 60% de los alumnos más vulnerables de las universidades del Consejo de Rectores (Cruch) y los Centros de Formación Técnica (CFT) e Institutos Profesionales (IP) acreditados y sin fines de lucro.

A nivel nacional, la UST tiene la presidencia del CUP, el Consejo de Universidades Privadas que agrupa a 16 planteles. "Se están considerando sólo a 25 de las 59 universidades y a ocho de los 71 CFTs e IPs a nivel nacional", dice Carreño, como representante de la sede en Iquique.

- Manifestamos nuestra disconformidad y estamos desanimados. Es una fuerte discriminación hacia alumnos que, sin duda, califican para el segmento de menores ingresos y que estudian en instituciones que están reconocidas por el Estado y acreditadas, como la nuestra. En Tarapacá, el 51% de los alumnos está estudiando en instituciones que no calificarían para ingresar a la gratuidad. Se está sesgando a poco más de la mitad de los iquiqueños que están en la educación superior. Los derechos son de las personas y no de las instituciones. Aquí se va a entregar un subsidio estatal, es decir, dinero que generamos todos quienes pagamos impuestos, sólo a un grupo de instituciones y no a las personas.

- Las universidades no son empresas, sino fundaciones o corporaciones sin fines de lucro, reconocidas legal y formalmente por el Estado de Chile y algunas de ellas, en un porcentaje mayoritario, como nosotros, están incluso acreditadas por la Comisión Nacional estatal que existe.

- Pero igual cumplimos con lo que nos ha impuesto la ley. Si se quiere discutir la transformación de los CFTs e IPs a organizaciones sin fines de lucro, perfecto, pero entremos en esa discusión y establezcamos un camino.

- Tenemos sumamente claro que la situación sociopolítica está generando cambios. Lo que se discute es cómo se generan. Estamos disponibles para avanzar en mayor calidad, igualdad y acceso. Somos un ejemplo claro de cómo, en un lapso de 13 años, pasamos a ser un 30% de la matrícula de nuevos alumnos en la región. Nos hemos ganado un espacio absolutamente válido. Es injusto que, de un día para otro, se nos diga, "ahora las cosas cambiaron y ustedes ya no pueden".

- Creen que se van a acabar los créditos y las becas, pero el gobierno ya ha dicho que los beneficios no se verán afectados.

- ¿Es posible que sus alumnos se cambien a universidades del Cruch ante la promesa de gratuidad?

- Las otras casas de estudio no parecen ser una alternativa para nuestros alumnos, menos en el estado en que están. No se nos ha planteado, pero en teoría, debiera suceder. Si tengo igual calidad entre dos instituciones pero en una me cobran y en otra no, es obvio que me voy a cargar hacia un lado.

eficiencia

- En la región existen dos universidades del Cruch, una que tiene el CFT de Tarapacá y la Unap que tiene el Departamento de Formación Técnica. En conjunto, esas dos instituciones tienen el 36% de la matrícula técnico-profesional de la región. No entendemos por qué el gobierno debe invertir más recursos en generar otro CFT estatal. ¿Para qué? Mejor que inviertan la plata en los CFTs que ya tienen. Creemos que eso es poco eficiente.

- Nadie me lo ha podido explicar… Ese mismo CFT va a ser tutelado los primeros años por la Unap. ¿Para qué crear otra institución?

- Aquí se hace un corte temporal entre las universidades que se crearon antes y después del año 1981. Más que hacer una defensa corporativa, tenemos que pensar en una educación de calidad. Recién este año la universidad regional del Cruch nos alcanzó en acreditación. Es decir, nosotros teníamos mejor acreditación.

- Este proceso que se nos viene tiene una característica: la incertidumbre, y eso es tremendamente riesgoso porque nadie gana. No está claro qué va a pasar con la gratuidad, ni tampoco con los procesos académicos de las instituciones que han estado en paro como la UTA y la Unap. Cuando hay incertidumbre uno nunca toma decisiones a largo plazo y eso genera un estancamiento que es peligroso.

- Tenemos claras diferencias, pero es la sociedad la que debe evaluar. Nosotros creemos en proyectos educativos diferentes como en los colegios, que pueden ser laicos o religiosos.

EMPLEABILIDAD

En mifuturo.cl, el Ministerio de Educación da a conocer los grados de empleabilidad y deserción de las distintas carreras según establecimiento. De acuerdo al sitio, la carrera de Higienista Dental tiene un 62,2% de empleabilidad en primer año, mientras que Técnico en Educación Especial sólo un 22,6%, ambas impartidas en la UST Iquique. Carreño se apresura en aclarar que son cifras nacionales.

- En Iquique, el mismo Técnico en Educación Especial es una carrera bastante demandada, ya que apoya a las escuelas especiales y con el tema de la inclusión, nos parece pertinente seguir. Con el Higienista Dental, tenemos una fuerte presión del Colegio de Dentistas para mantener el programa.

- Si tiene baja empleabilidad lo que hacemos es no continuarla. Un ejemplo es Técnico en Geominería, la que dejamos de ofrecer en 2015, o Técnico Laboratorista Dental, donde el mercado se saturó. Cuando hay alta deserción, tenemos que ver si lo estamos haciendo mal. Podemos tener una mala malla, malos profesores o mal campo de práctica. En función de eso es como reaccionamos. En Turismo la malla se nos quedó desfasada. La competencia sacó mallas orientadas al Turismo Aventura y quedamos fuera.

PARTICIPACIÓN

- Se eliminó el artículo que vetaba la participación pero eso no significa que ahora la participación sea obligatoria. Históricamente hemos tenido un manejo con nuestros alumnos a través de reuniones permanentes. Yo diría que afortunadamente no se nos generan "bombas" de algo irresuelto sin que ellos puedan plantear su inquietud. Es legítimo que existan distintas opiniones y puntos de vista, pero respecto a cómo resolver el conflicto yo creo que nuestra modalidad es mucho más productiva, definitivamente, y no genera costos. En las universidades estatales uno ve sillas apiladas, rayados en la infraestructura y eso lo pagamos todos. En eso yo no estoy de acuerdo. El que quiera entrar a estudiar verá qué le acomoda más y si quiere presionar mediante paros.

- Nunca, y eso lo valoro mucho en los alumnos, porque nadie gana con eso. Bloquear la actividad académica no le genera un beneficio a nadie y no es una moneda de cambio. Tenemos un dato importante, casi el 50% de nuestros alumnos estudia en vespertino y son trabajadores. En su mayoría, ellos deciden pagar de su bolsillo para superarse, por lo que valoran mucho que no haya detención de clases. J