Crispieri: La vidriería familiar que nunca muere
¿Quién podría pensar que una empresa familiar tenga más de cien años de existencia?
Pues sí, toda una historia tiene la vidriería italiana "Crispieri". Una empresa que a lo largo de los años ha crecido y se ha mantenido a pesar del tiempo, gracias al trabajo familiar.
Hoy, Lido Crispieri, con sus 82 años, continúa encabezando el legado patrimonial que su abuelo Mario Crispieri dejó en Chile, luego de llegar desde Italia hace más de 100 años.
"Esta empresa la empezó mi abuelo, tiene más de cien años. Él llegó a Chile con una fábrica para hacer papel porque eso hacía en Italia. Esa fábrica la montó él cuando quiso quedarse en el país. Compraron la maquinaria de la empresa donde trabajaba en Italia, se quedó, le gustó el país, y ya de ahí le nacieron como 5 hijos", contó Lido Crispieri.
Luego de unos años en el sur del país, donde montó la fábrica para hacer papel, el abuelo de Lido viajó con toda su familia al Perú, en donde no pudo quedarse por mucho tiempo, ya que sus hijos sufrieron de maltratos en el colegio, ya que en ese tiempo entre Perú y Chile existía una gran rivalidad producto de la Guerra del Pacífico.
Fue por eso, que decidieron viajar hasta Bolivia, donde se instalaron con la fábrica hasta que falleció el patriarca de los Crispieri, fue ahí cuando Elio, papá del actual dueño de la vidriería, se regresó a Chile, llegando a instalarse el año 1956 a Arica, donde pasó a ser vidriería Crispieri.
puerto libre
Lido recordó que para esos años, la empresa pudo posicionarse muy bien, ya que eran los grandes tiempos del puerto libre. "En esos años yo siempre estaba metido en la empresa y sabía como era todo el proceso, desde los 15 años que trabajé con mi padre", relató Lido.
Tras fallecer Elio, su padre, Lido decidió venirse a Iquique el año 1978 y dejó a uno de sus hermanos a cargo de la vidriería en Arica.
"Llegué y al principio me asocié con un amigo pero no resultó, así que continué solo. Primero comenzamos a funcionar en una casa, pero duramos muy pocos meses, es por eso que yo digo que este local es el de toda la vida", dijo Crispieri.
EXPANSIÓN
En la vidriería trabajan más de 60 personas, sólo en Iquique, ya que el número de personas que laboran en esta empresa familiar debe superar las 100, ya que no tan sólo se encuentran en Arica e Iquique, también están en la ciudad de Antofagasta. "Ahora nos expandimos y no solo tenemos vidrios, sino que tenemos pisos, cerámicas, muebles, entre otras cosas", comentó el actual patriarca de los Crispieri.
Hoy la empresa la continúa dirigiendo Lido Crispieri pero con la ayuda de su hija ingeniera comercial, su esposa y su yerno.
Lido afirmó que el día que muera, será su hija quien continúe el legado familiar, en el mismo lugar que a él lo vio crecer y vio crecer a sus hijos.
"Mis hijos crecieron aquí, mi hija que es ingeniera comercial me ayuda aquí y cuando yo ya no esté, seguirá ella. También tengo un hijo médico que también está presente en la empresa", finalizó el tercero de la generación Crispieri.J