Vecinos de caletas sufrieron severos daños en sus casas
Completamente anegada resultó la vivienda de Diana Rivera de 80 años, vecina de la Caleta Río Seco, cuya experiencia da cuenta de que prácticamente no existían registros del fenómeno climático ocurrido este domingo.
"En el año '40 fue la última lluvia así", recordó esta pobladora que ha pasado toda su vida en esta caleta, donde aproximadamente habitan 100 personas. Precisamente ese año se registraron aluviones en Tocopilla, que terminaron con varias víctimas fatales.
La mujer ayer aguardaba la visita de las autoridades, ya que afirmó "no recibió ningún trozo de nylon por parte de la Municipalidad. Vivo sola con mi marido postrado, ayer nos mojamos completos", expresó esta adulto mayor.
Una situación similar vivía unos metros más allá su vecina Rosa Chamorro, quien ayer pernoctó en un vehículo junto a su pareja Mario Berenguela, debido a que su vivienda resultó completamente afectada por los 4,6 milímetros de agua caída.
La lluvia debilitó la frágil techumbre, por lo cual todas las habitaciones resultaron anegadas, razón por la cual ayer aprovechaban el tímido sol para secar colchones, cobertores y la totalidad de su ropa que resultó completamente mojada.
Pese a su precaria situación, la solidaridad aflora espontáneamente en estos casos, ya que luego de secar su hogar, partieron rumbo a una playa distante a seis kilómetros hacia el sur, para ir a dejar insulina a una vecina dedicada a la extracción de algas, que no posee electricidad para mantener refrigerado su medicamento.
San Marcos
Al mismo problema se enfrentaban los cerca de 450 residentes de la Caleta San Marcos, donde Jacinta Acuña, presidenta de la junta de vecinos del sector, dijo que la desesperación los llevó a arrancar hacia la carretera.
"Yo aquí en la Caleta San Marcos llevo 26 años viviendo, nunca había visto este fenómeno atmosférico de lo que pasó, mar bravo, sí, pero este tiempo de vientos, más encima lluvias y estos socavones en los cerros, toda la gente asustada, toda la gente lloraba porque todos estaban pensando que se venía el cerro abajo, la gente se fue toda a la carretera por si bajaba algo de los cerros", recordó aún conmocionada por lo ocurrido.
Pero sus temores no estaban tan errados, ya que seis viviendas fueron alcanzadas por los aludes de tierra y barro que cayeron desde los cerros, aunque no con efectos tan devastadores como los registrados en la provincia de Tocopilla.
Así le ocurrió a Uberlinda Carvajal, cuya vivienda resultó afectada por el lodo.
"Menos mal que a mi pareja se le ocurrió romper una pared para que el agua tuviera salida o sino hubiese sido peor, lo más terrible era el ruido del agua cayendo de los cerros ", recordó la mujer.
Autoridades
Hasta este sector llegó una comitiva encabezada por la intendenta Claudia Rojas, por parte del Gobierno y la administradora municipal Astrid Abarca, quienes evaluaron los daños de las viviendas y llegaron con ayuda consistente en colchones, frazadas y alimentos no perecibles.
En la oportunidad la presidenta de la junta de vecinos, les solicitó que requerían de material para reparar sus techumbres, especialmente las 82 familias que viven en el sector de las tomas, ubicado próximo a la costa.
La comitiva también visitó las caletas de Río Seco y Chipana. J