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La patrulla indígena que monitorea El Tamarugal

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Resguardar la seguridad en las localidades de El Tamarugal y mejorar las relaciones con las comunidades originarias, son sus principales misiones. Sin embargo, tienen un arma secreta: hablan literalmente el mismo idioma.

Son la patrulla indígena de Carabineros que conforman el sargento Hernán Uri García, el sargento segundo Juan Cerda Cuella, el cabo primero Álvaro Muñoz Huarachi y el cabo segundo Luis Mollo Gutiérrez.

La patrulla es una innovación en la institución y a bordo de una camioneta doble tracción pretenden atender los problemas de las comunidades en todos los rincones de los desérticos parajes.

Sin embargo, el vehículo policial con el que cuentan muestra un diseño más cercano a los habitantes de la provincia de El Tamarugal. Si bien siguen siendo los tradicionales colores blanco y verde de la institución, los logos de la Iglesia de Tarapacá, llamas y flamencos son las novedades.

Hernán Uri, perteneciente a la Segunda Comisaría de Pozo Almonte, comentó que será un inicio muy complejo, no obstante la "hermandad" será fundamental a la hora instaurar un diálogo con los pueblos originarios, ya que su principal arma no es precisamente un revólver. "Al primer problema tendré que utilizar mi arma secreta, que es hablar en su idioma. Tengo claro que se alejarán por el uniforme, pero a la hora de hablarle aymara se darán cuenta que somos iguales", reconoce el uniformado.

La confianza será un factor importante a la hora de poder solucionar un problema, es por ello que la mayoría de los uniformados a nivel nacional que participan de esta iniciativa son descendientes de la comunidad indígena.

En este caso de los cuatro funcionarios, dos son de la etnia aymara, uno de la cultura diaguita, mientras que el último no tiene descendencia de una etnia ancestral.

"Todos sabemos que nuestros hermanos son medio cerrados, lo que nosotros buscamos es integrarlos a la sociedad como todos los chilenos. Lo importante de este proyecto es que todos quienes participamos conocemos sus creencias, costumbres y sobre todo su realidad", confiesa Uri.

Los patrulleros también estarán encargados de reducir los problemas de discriminación que afectan a las etnias locales.

Para esta misión los policías tendrán que tener especial cuidado a la hora de resolver aquellos problemas. "Ese es un tema muy complejo, lamentablemente nuestros hermanos siempre han tenido problemas desde niños hasta adultos por su color de piel o por sus creencias, pero lo que nosotros tenemos que hacer es que entiendan y se den cuenta que no son una comunidad aparte. Ellos no son reconocidos en su propia tierra pero a la larga todos somos chilenos", dijo el líder de la patrulla.

FESTIVIDADES

En cuanto a las fiestas que realicen los pueblos del interior, tendrán una gran intervención, puesto que aparte de ver la seguridad del sector también tendrán que participar activamente del evento.

"Para quienes no saben, nosotros los aymaras tenemos varias celebraciones en el año como lo son los carnavales, la celebración de la Cruz de Mayo, los diferentes santos patronos de todos los poblados y sobre todo el año nuevo aymara, ese es uno de los más importantes porque también se celebra en Perú y Bolivia", enfatizó el sargento primero.

Precisamente dentro de esas festividades e interacción, los carabineros tuvieron una buena calificación en su primera interacción con los pueblos originarios, puesto que el pasado 1 de agosto en el interior de Tarapacá se celebró el Día de la Suerte.

Ese momento fue la prueba de fuego, ayudando a motivar a los integrantes de las comunidades para esta iniciativa.

Al comienzo fueron rechazados, sin embargo al pasar los minutos se comenzó a derretir el hielo, sobre todo cuando el líder de la banda se colocó la jineta de capitán y como los "10" clásicos en el fútbol, comenzó a hacer jugar al equipo.

"Yo sabía que esta era nuestra primera prueba, por eso tuve que motivar la fiesta, lo bueno que al momento de hablar en aymara la gente que se estaba yendo regresó y las otras personas también llegaron en masa y logramos compartir un buen momento como familia indígena", exclamó el capitán del equipo.

En ese evento la comunidad aymara realizó un ritual deseándoles suerte a la patrulla aymara y fueron bendecidos por sus ancestros.

No obstante, las bendiciones no fueron solo para los carabineros, sino también para la camioneta que los acopañará en sus recorridos por la pampa y el altiplano. J