Mucho se habla de las prioridades de la comunidad, pero las cosas son más simples de lo que se piensa o teoriza. Prueba de ello es el éxito de las actividades de celebración del Día del Niño.
En todas las comunas de la región, los municipios efectuaron eventos abiertos y gratuitos, que contaron con una masiva participación de toda la comunidad . Solo entre Alto Hospicio e Iquique llegaron casi 20 mil personas convocadas para disfrutar de un buen momento y compartir junto a la familia.
El alcalde Jorge Soria decía tras el "Cabildo Abierto" realizado en la Plaza Prat, que desde hace años era muy difícil convocar a las personas, por más que se le haga difusión a las actividades, pero la celebración del Día del Niño escapó totalmente a ese marco.
La razón está solo en las prioridades y la sintonía con la comunidad. Para los padres de familia nada es más importante que sus hijos y es por ello que al contar con actividades dirigidas a los más pequeños acuden masivamente.
Durante estas fiestas ciudadanas no hubo críticas hacia los costos del evento, objetivos políticos o frases tan habituales, como que el dinero pudiera haberse usado en otras cosas.
A no confundir. Es innegable que temas de urbanización, educación, vivienda y salud, por nombrar solo algunos, también son muy relevantes, pero la diferencia está nuevamente en las prioridades. La comunidad pierde rápidamente la sintonía cuando sienten el excesivo protagonismo político tras muchas de las medidas o las discusiones previas a la realización o materialización de un proyecto, algo que les provoca pérdida de interés.
En esta ocasión, la única crítica esbozada en medio de tanta alegría, es que este tipo de eventos familiares debieran ser más habituales y como pasa con tantas otras cosas, que no debieran solo estar circunscritos al Día del Niño.
Las personas hoy quieren ser protagonistas y que se lo hagan sentir y no asistir a ceremonias para ubicarse de pie en la trastienda, a agradecer a autoridades bien remuneradas que eligieron para hacer ese trabajo, que están sentadas en las primeras filas, para después escuchar en el discurso que la comunidad es lo más importante.