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Niños pocinos vivieron su primer gran vuelo

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Ignacio se levantó temprano porque el día prometía una de las experiencias que recordará por el resto de su vida: surcar los cielos en un avión rumbo a Santiago para descubrir el interesante mundo de la aeronáutica.

¿Lo interesante? Era la primera vez que lo hacía y por ello, Ignacio junto a su mejor amigo Dante Navarro se sentó en el pasillo del vuelo Iquique-Santiago, LA 163, que despegó a las 09:55 de la mañana en donde también viajaban el resto de sus 16 compañeros de la Academia Pozo Almonte que fueron seleccionados en el programa "Un día en LAN".

volando

"Uuuuoooh" fue el coro de los niños que acompañado de risas y miradas en todas las direcciones se escuchó cuando el avión se elevó por el desierto de Atacama para llegar a Santiago.

Ignacio cuenta que su "guatita bailaba" cuando vio por la ventanilla que ya no estaban en la tierra.

"Sentí un poco de miedo porque fue la primera vez que ando en avión. Me agarré fuerte y me dio una cosa en el estómago", describió el pequeño; mientras que Dante Díaz dijo que él se sintió normal pero que los nervios llegaron cuando Ignacio se asombró y dio un grito corto por el despegue.

"Estoy emocionado. Sentí cosas en mi guata. Cuando el avión aceleró mi cuerpo se echó hacia atrás y estoy feliz porque a mi lado están mis amigos", explicó el estudiante.

Esta actividad está dirigida a niños en edad escolar, que tengan entre 8 y 10 años. La elección de los participantes que llegan de regiones es un trabajo que se realiza en conjunto con municipalidades, intendencias así como con fundaciones locales.

En esta ocasión los niños de Pozo Almonte que disfrutaron de su primer vuelo fueron escogidos mediante dos criterios: ser los mejores estudiantes y además, contar con muy buen comportamiento.

Durante el vuelo los pequeños recibieron atención personalizada y curiosos, consultaban a la tripulación cuánto tiempo duraría su primer vuelo, así como qué cosas podían hacer en el avión y si, por ejemplo, qué pasaba si se abría una ventana.

aterrizaje

A las 12:10 horas los alumnos de la Academia Pozo Almonte observaron por primera vez tierras santiaguinas y con ello; cambiaron su manera de ver Chile pues sorprendidos miraban por las ventanillas cómo el verde se unía al blanco de la cordillera de los Andes cuando el piloto anunció a los pasajeros y a la tripulación que iban a aterrizar.

"Bienvenidos a Santiago. Saludamos especialmente a los alumnos de la Academia de Pozo Almonte quienes hoy hacen su primer vuelo, por lo que pedimos a todos los pasajeros un aplauso para los pequeños", dijo el piloto y los niños sonrieron para recibir una ovación de los pasajeros.

Sebastián Villacura es estudiante de tercero básico y tiene ocho años. Durante su primer vuelo estaba relajado cuando el avión pisó tierra y contó que en esta etapa de su día había disfrutado porque estaba con sus tías y, además, estaba a la espera por saber qué venía después.

"Se me ponían mariposas en mi guata cuando íbamos bajando del aire, así que me agarré fuerte al apoya brazos de mi silla y se me pasó. También me daban ganas de reír porque mis amigos tenían caras de asustados", dijo con picardía Sebastián.

en la capital

Boeing

Instalados en los asientos recibieron una charla interactiva acerca del mundo de la aeronáutica a cargo de las monitoras del programa. Además cada uno tuvo la oportunidad de entrar a la cabina de mando del piloto, usar el gorro del capitán y tomarse una foto para recuerdo.

Boeing

Los niños además recibieron las felicitaciones por parte de los encargados del programa pues durante la jornada mantuvieron un excelente comportamiento y siguieron todas las instrucciones, ya que en la base tenían que usar un gorro protector y nunca separarse del grupo.

Para la profesora jefe del quinto básico de la academia, Fernanda Aranda fue un orgullo ver que sus queridos alumnos recibían estos elogios y contó que quienes viajaron son niños que además de sus buenas notas, hicieron un esfuerzo por distinguirse entre sus otros compañeros.

"Es súper rico cuando sales a un paseo como este y las otras personas a cargo de estas actividades destacan a los niños. Es muy reconfortante verlos felices disfrutando de su primer vuelo", manifestó Aranda, quien viajó acompañando a los niños con dos asistentes escolares y un representante del departamento de la juventud de la alcaldía de Pozo Almonte.

"Nuestro objetivo es que puedan vivir la experiencia de volar en avión, compartir con la tripulación que los recibe con mucho cariño y que además puedan conocer más sobre la industria aeronáutica", afirmó el gerente regional de LAN en Iquique, Ricardo Walz.

de regreso

Luego de despedirse cariñosamente de sus monitoras en Santiago, recibir regalos y tomarse fotos en todos los lugares que podían, los 18 niños se presentaron en la puerta de embarque a las 18:50 para volver Pozo Almonte.

Mientras salían de la base de vuelta al aeropuerto les seguía sorprendiendo lo verde de las laderas de la carretera y lo cerca que se veía la cordillera.

Los niños maravillados volvieron a subir al avión ahora más tranquilos, felices y también cansados de toda la emoción de esta aventura en los cielos.

Matías Araya describió sonriente que aprendió muchos detalles de los aviones como por ejemplo dónde guardan su combustible y además, tiene miles de fotos que tomó su profesora, además de las que él guardó en su teléfono celular.

"Me gustó y recordaré este día como mi primer viaje en avión. Fue bueno, al principio me dio miedo pero después me acostumbré", concluyó. J