El legado de La Tirana
Tras el trabajo conjunto de la comunidad, bailes religiosos, integrantes de las etnias andinas, abrió sus puertas el "Museo de la Vivencia religiosa del Norte Grande", en el subterráneo del templo de La Tirana.
La iniciativa era un anhelo no solo para la Iglesia Católica sino de toda la comunidad de bailes religiosos y los vecinos de La Tirana, que ayer vieron como la espera llegó a su fin.
La idea si bien surge en el año 2.000 no fue hasta una década después cuando comienzan los trabajos en el subterráneo del templo.
La iniciativa financiada por la compañía minera Doña Inés de Collahuasi a través de la Ley de Donaciones Culturales, finalizaba una etapa pero venía una igual o más difícil, que fue recopilar más de 6 mil piezas que fueron fruto de más de cien años de fe, donde los fieles fueron entregando sus tesoros más preciados al santuario.
Entre ellos hay fotografías, trajes, pinturas, imágenes, prendas, condecoraciones, joyas, ex votos, placas conmemorativas e insignias, entre otros.
En la colección que está actualmente en exhibición y que componen 250 piezas, se pueden destacar a dos trajes de bailes religiosos con una data de más de 100 años, pieles rojas y de una morenada. También hay trajes de la virgen de fines del siglo XIX, imágenes religiosas restauradas del siglo XVIII y un trozo de la corbeta Esmeralda, donado por la Armada en el Bicentenario.
Para su trabajo de implementación trabajaron cerca de 40 personas de forma anónima y ad honorem, que además colaboraron en ámbitos como la elaboración de murales tallados en madera, limpieza de trajes e instalación de maniquíes.
El "Museo de la Vivencia religiosa del Norte Grande" es una obra que pone en relieve todo el patrimonio cultural y religioso de la fiesta más importante y masiva del norte del país y donde se hace un rescate con estándares poco vistos en la región.
Además es destacable el aporte a la cultura de una empresa minera y que debería ser replicado por otras compañías y así ir más allá de los espectáculos masivos a algo que permanece en el tiempo incluso más allá de la duración de sus explotaciones.