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Carta de sostenedora insiste en baja matrícula

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La principal molestia de los apoderados es que no se les avisó oportunamente la determinación de la sostenedora Sonia Montaño.

Algunos señalaron que en algún momento se abordó la posibilidad de un cierre en las reuniones de apoderados, sin embargo no se llegó a ninguna determinación.

Este Diario llamó a los números que aparecen en el cartel del establecimiento, pero nadie respondió.

A través de Twitter se difundió una carta donde la sostenedora informa a sus colaboradoras las razones que la llevaron a adoptar esta medida. "Ya me encuentro enferma por lo que debo someterme a un largo tratamiento". Otras motivaciones tuvieron que ver con la escasa matrícula, "la falta de responsabilidad en el pago de la colegiatura", lo que la llevó en ocasiones a pagar los sueldos con recursos propios, entre otras situaciones. J

Colegio cerró sus puertas sin avisar a estudiantes

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Una desagradable sorpresa se llevaron los padres de 58 alumnos del Colegio Little Star, ubicado en calle Tadeo Hanke con Genero Gallo, cuando ayer temprano al ir a dejar a sus hijos, se encontraron con el establecimiento cerrado, enterándose horas más tarde a través de la Secretaría Regional Ministerial de Educación, que el sostenedor había comunicado la decisión de cierre ese mismo día.

Según explicó Beatriz Escribar, ayer como de costumbre fue a dejar a su hija al colegio, quien permaneció una semana de vacaciones con motivo de las fiestas patrias y al igual que el resto de los apoderados no entendía qué ocurría, ya que el portón permanecía cerrado con candado.

"(La sostenedora) Debió ser franca y decir no vamos a abrir más. Yo soy de Alto Hospicio, la tengo desde primero básico y tengo pagado todo el año", se lamentó esta apoderada de tercer año básico, quien informó que la mensualidad tenía un costo de 50 mil pesos.

Una crítica similar hizo Camila Pizarro, apoderada de kínder, quien criticó el proceder de la sostenedora Sonia Montaño Valdivieso, que no entregó ningún tipo de información oficial, ni tampoco dio indicios de que se iba adoptar esta determinación. "Siento impotencia, no dan la cara, estamos sin documentos. Cómo vamos a ir a un colegio sin llevar un informe con la conducta, el registro de asistencia, se llevaron los materiales de los niños, es algo realmente muy mala clase", reclamó la apoderada.

Misma incertidumbre enfrentaban los trabajadores del establecimiento, que al igual que los apoderados llegaron a cumplir sus funciones. Manifestaron que se enteraron este domingo de forma extraoficial por una carta enviada a otra profesora donde le informaban que el colegio estaba cerrado.

"Tuvimos la semana de vacaciones de septiembre y hoy día se ingresaba al colegio normal", explicó la profesora Gabriela Divasto, quien agregó que dos funcionarias permanecen con fuero maternal.

Razón por la cual las siete trabajadoras, entre educadoras y asistentes de la educación se dirigieron a estampar un reclamo ante la Dirección del Trabajo.

Como no existían certezas, profesores y apoderados se dirigieron hasta la Seremi de Educación, donde se corroboró que los sostenedores habían ingresado a las 8.20 horas un documento donde informaban su decisión de cerrar.

Según explicó el seremi de Educación, Francisco Prieto, en este documento argumentaban que el establecimiento que atiende desde prekinder a cuarto año básico contaba con una baja matrícula y que tenían alumnos becados, por tanto enfrentaban una difícil situación económica.

"Nosotros le dimos unas orientaciones de qué es lo que hay que hacer, se le dio una nómina de los establecimientos. Podemos lograr por ahora matrículas provisorias y hacer un llamado a los sostenedores para que reciban a los estudiantes… es una situación imprevista, una acción irresponsable del sostenedor y tenemos que apoyar a las familias", concluyó el seremi.

Anoche, al cierre de esta edición, apoderados protestaban en el frontis del colegio. J

Magisterio asesorará legalmente a profesores

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Su preocupación ante lo ocurrido expuso el presidente del Colegio de Profesores de Iquique, Pedro Cisternas, quien manifestó que el gremio le brindará asesoría legal a las siete profesoras desvinculadas.

El dirigente explicó que solo dos de ellas aceptaron el pago del finiquito que se les dejó en una notaría.

No obstante lo más preocupante la situación de dos educadoras que se encuentran con su postnatal.

Cisternas añadió que se ha mantenido en contacto con los apoderados, algunos de los cuales matricularon a sus hijos en el Colegio Castro Ramos y Patricio Lynch, mientras el resto continúa con la búsqueda de un establecimiento que se adecue a las necesidades de sus hijos.

"Una vez más se demuestra lo vulnerable del sistema escolar chileno, donde el centro sigue siendo el lucro", concluyó. J