Cuidado con el chef
Lamentablemente los accidentes ocurren y mientras era preparado el disco marino un estudiante de la UST se accidentó. Por suerte fue socorrido por la Defensa Civil, pues tropezó mientras transportaba una caja de almejas.
Lamentablemente los accidentes ocurren y mientras era preparado el disco marino un estudiante de la UST se accidentó. Por suerte fue socorrido por la Defensa Civil, pues tropezó mientras transportaba una caja de almejas.
No es novedad que los autos estacionen donde quieran, como ocurre en las calles Bulnes, O'Higgins y Juan Martínez. Todas ampliadas para mejorar la circulación y al final tienen menos espacio por los vehículos mal aparcados.
El terremoto de 8,4 grados Richter ocurrido frente a Illapel, a las 19.54 horas del miércoles 16, y que afectó a parte de la zona norte y centro del país, ha dejado un balance de destrucción y al menos 15 muertos.
El movimiento fue seguido de un tsunami, que llevó al Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa) a alertar a la ciudadanía para que evacuara las zonas costeras. Desde el terremoto de magnitud 8,8 Richter y el posterior tsunami de 2010 -con epicentro en la Región del Biobío- y del que posteriormente golpeó en nuestro norte, con 8.2 grados, se han adoptado medidas preventivas, como señalización de las vías de evacuación y se han realizado simulacros, uno el de este año aún pendiente.
Los especialistas han destacado que si bien en esta oportunidad la salida del mar fue más benigna, debe considerarse que funcionaron relativamente bien los sistemas de alertas y evacuación. Tanto los daños materiales como las víctimas fatales han sido considerablemente menores a lo ocurrido con la catástrofe del 27/F, lo que habla bien de las medidas preventivas adoptadas por las autoridades y organismos especializados, y la conducta de la ciudadanía.
En el año 2010 el país, en general, y la Oficina Nacional de Emergencia, en particular, no estaban preparados para abordar una gran catástrofe y resultó evidente la improvisación y la confusión del momento y los días posteriores.
Chile ha aprendido la lección y las consecuencias de este terremoto son mucho menores. Cierto es que se registraron daños en el borde costero, o en localidades cuyas construcciones son especialmente de adobe, pero los daños materiales son superables. Con seguridad, esa zona dará muestras de que con esfuerzo es posible ponerse de pie, como ha ocurrido en catástrofes anteriores.
Ahora, el próximo paso será reconsiderar la construcción en áreas que son inundables en caso de tsunamis o marejadas, algo que en Iquique es masivo. Aunque el país ha mostrado avances en seguridad, todavía resta mucho camino que recorrer y hay que seguir mejorando. Nunca se exagera al proteger la vida humana, en especial en nuestro sísmico país.