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"Es necesario que se actualice el plan regulador"

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Hablar sobre Patrimonio cultural en Tarapacá no se resume en los estilos arquitectónicos de las casas en el paseo Baquedano. Una revisión rápida a los monumentos declarados como patrimonio por el Consejo Nacional de Monumentos como el Teatro Municipal y la ex Aduana dan fe del estado frágil de su infraestructura, según el arquitecto y director Instituto de Estudios de Patrimonio de la Universidad Arturo Prat, (Unap), Bernardo Dinamarca.

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-El patrimonio de la ciudad de Iquique está en absoluta fragilidad. Hay muy poca conciencia en cuanto a lo que tenemos y sobre las posibilidades para cuidar o valorar. Si uno revisa lo que está pasando con los monumentos históricos o con algunos espacios públicos, como por ejemplo el Teatro Municipal (que lleva cerca de 8 años sin uso), descubre que hay demasiadas realidades que están ocurriendo por obsolescencia de los mismos edificios que no están siendo cuidados; por daños de sus materiales y del uso que se les da. Somos una de las regiones en Chile con mayor índice de patrimonio, pero en términos de desarrollo de cuidado, somos de las peores, porque no están los instrumentos. No hay un plan regulador, no hay una legislación que proteja lo mucho que tenemos.

-Hay todo un tema con la visión del CMN sobre las regiones que tiene que ver con cómo se está reestructurando el organismo donde queda interiorizada toda la actividad del patrimonio. Como es un proceso activo de reestructuración hace que los encargados regionales de patrimonios culturales tengan pocas posibilidades de actuar sobre la naturaleza de las cosas que están sucediendo. El encargado del CMN es casi un representante que canaliza lo que está sucediendo pero que no puede tomar grandes decisiones, así como tampoco puede gestionar en las áreas para salvaguardar nuestro patrimonio cultural. Ahí hay un problema grave que profundiza el drama que está ocurriendo.

Sí, el tema está instalado en muchas de las instituciones que tenemos, sin embargo esta instalación no ha tenido resultados. Lo que está sucediendo en nuestra realidad patrimonial es que hay muchas buenas intenciones, se han escrito y diseñado cosas y se ha tratado de intervenir en otras.

La mayor preocupación se vive después de ciertas catástrofes como los terremotos y se ha apoyado mucho el patrimonio religioso. Hubo una gran recuperación pero hay un universo de patrimonio olvidado que no está valorado ni catastrado y que es tanto o más valioso de los monumentos históricos que están reconocidos por el consejo de monumentos nacionales. Sobre esto, la situación que tienen las entidades está reguladas por instrumentos que en este momento son poco precisos. No hay coordinación entre las instituciones, porque cada una actúa tratando de resolver lo que le acontece.

Los catastros que hay a veces son muy puntuales y están descontextualizados. Si uno entra a la página del Consejo de Monumentos Nacionales hay fotografías de los 70 monumentos de Tarapacá de hace 10 años o la información que se tiene se está recién armando con alguna ficha o no hay simplemente. El catastro que hace la municipalidad sobre el casco histórico es una manera de identificar un bien posible, de preservar, pero no hay una acción que siga eso en el sentido de poder entender que le está pasando.

No hay un registro arquitectónico ni material, no hay una estructura de trabajo que permita saber que tenemos. Al final estamos como en tierra de nadie.

Es absolutamente necesario que se actualice el plan regulador y que este instrumento incorpore todos los lineamientos de preservación del patrimonio cultural para que se tome el registro de todos los edificios o monumentos históricos que tienen un valor patrimonial y que están incorporados a un sistema de protección.

Para que esto ocurra tiene que haber una capacidad de todas las instituciones de poder compartir entre sí información que existe y la que no existe también y ojalá en una capacidad de mayor registro de la que tenemos actualmente.

Nosotros como Instituto de Estudios de Patrimonio de la Unap hemos presentado algunas iniciativas que todavía están durmiendo para rescatar ese universo de patrimonio y que buscan crear un sistema de información, fondo documental y registro del patrimonio cultural tangible de Tarapacá.

En ese sentido son fundamentales los instrumentos de gestión que puedan incorporar el patrimonio cultural al trabajo y a la conciencia de información de todas las instituciones que velan por él.

Además es primordial que esto también baje hasta la ciudadanía y que las personas sean capaces, a partir de ahí, de tomar la conciencia que se requiere. Lo que sucede es que cuando no estas informado de lo que ocurre no te guías por nada; por eso es que cuando el patrimonio es presentado como una imagen (que es lo que pasa en el paseo Baquedano) pero no tienes idea de lo que está pasando atrás con los muros corta fuego, con las necesidades que tienen los propietarios, entonces toda esta realidad no está dentro de la conciencia del ciudadano y se necesita un instrumento que de confianza en cómo poder conocer este patrimonio. J