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La herencia china en la cultura tarapaqueña

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El 1 de octubre es un día especial para la comunidad China, esto debido a que en esta fecha los orientales conmemoran con bombos, platillos, fuegos de artificio y bailes de dragones su Día Nacional de la República Popular China.

Iquique no queda ajena a esto, pues un gran número de migrantes chinos viven desde hace más de un siglo en la primera región, contribuyendo con su cultura a tener varias de nuestras actuales costumbres, como comer el gran dulce "chumbeque", o deleitarse en las chifas, aprender a defenderse con el arte marcial del "Kung Fu" o pedir la clásica "yapa" cada vez que se va a comprar.

Precisamente aquella frase y en tono de pregunta graciosa "¿y la yapa?", surgió en los tiempos cuando en una esquina de la ciudad de Iquique había un negocio chino.

En aquella época los dueños de los locales cada vez que entregaban la mercadería o vendía sus productos, entregaban un dulce a la clientela que en su mayoría iba con sus hijos, quienes eran los más felices por las golosinas.

Desde esa época la "yapa" ha sido una tradición, así lo recordó George Chang Price, descendiente oriental.

"Antiguamente había en todas las esquinas un negocio de chino, eran muy populares. Como antes el mercado era la única atracción y cada vez que iban los pequeños salían premiados con algún dulce que finalmente fue conocido como la "yapa" de los negocios", dijo Chang.

PRIMERaS LLEGADAS

La llegada de los chinos a Tarapacá se remonta a los años de la Guerra del Pacífico, cuando los soldados peruanos los utilizaban en la batalla contra a Chile.

Luego de esto vendría la segunda llegada de los compatriotas orientales, quienes al ver que en su país no podían surgir por la alta natalidad y poca comida, se embarcaron en una ruta desconocida y con la mentalidad de querer surgir y volver a China con algo más que solo conocer un nuevo continente.

Uno de ellos fue, Kaupolín Koo Kau, que con solo 15 años de edad tomó la decisión de llegar a América.

"Él no llegó como esclavo como muchos de los otros, sino que llegó con una profesión. Tenía muchos conocimientos de medicina naturistas, por lo que calzó de inmediato en la salitrera, haciendo masajes y todo tipo de curaciones, era como el médico curandero, pura cultura asiática", contó Arturo Mejias Veneciano, bisnieto de Kaupolín.

Logró adaptarse de buena manera en el mundo de las oficinas salitreras, puesto que en el viaje conversó con sus compatriotas que ya habían venido a Chile a probar suerte, por lo que supo que debía hacer y con quien tenía que hablar a la hora de conseguir una fuente laboral.

Sus masajes, comida y buena atención con los chilenos no fue lo único que dejó el oriental en el norte del país, puesto que por su principal característica de querer conocer más, asistió a uno de los tantos carnavales que se realiza en la comunidad de Pica, conociendo y posteriormente amando a la reina de aquella fiesta, transformándola en su esposa.

Lo que no sabía el oriundo de China fue que aquella visita a Pica traería un gran cambio a su vida.

La familia de su señora, manejaba un negocio de alfajores en la comuna, en el cual Kaupolín comenzó a observar y a aprender de sus preparaciones.

"Él en China veía que hacían dulces pero de porotos y cosas así, siempre usando granos o vegetales, lo que hizo fue combinarlos y ver que podía salir. Pero al final en uno de los tantos experimentos combinó harina, agua, aceite y limones de Pica, teniendo como resultado un rico dulce", explicó el bisnieto.

Kaupolín junto a su señora e hijos comenzaron a vender los alfajores y este nuevo dulce cada vez que pasaban los trenes.

Sin embargo, cuando el periodo de la salitrera quiebra, tuvo que migrar nuevamente y encontrar la forma de vivir y mantener a su familia, es por ello que llegaron a Iquique y comenzaron a comercializar los alfajores y el "dulce nuevo" que de a poco empezó a ganar popularidad y que actualmente es conocido nacional e internacionalmente como chumbeque, el dulce de Iquique.

aportes a Iquique

El chumbeque no fue el único, puesto que los chinos fueron muy generosos a la hora de querer ayudar en el desarrollo de la región.

Siugen Font Navarrete descendiente y perteneciente al club Cheng Ning Hui, comentó que la generosidad, sabiduría y educación eran los principales factores de los que se preocupaban los chinos.

"Ellos eran muy generosos, muchos llegaron como esclavos, tuvieron que hacer el trabajo que nadie quería hacer. Trabajan en todas las cosas, por eso la frase "trabajar como chino", porque ellos eran así.

El querer saber más era muy importante para ellos, es por eso que cuando la Escuela Centenario cumplió los cien años, los chinos le cedieron una parte del terreno y es el actual frontis del colegio, para ellos la educación es todo", sostuvo la descendiente oriental.

Respecto a esa obra solidaria Lusmira Yáñez, también con sangre china en sus venas, ratificó ese acontecimiento con una historia de vida.

"Había tanta unión con los chinos sobre todo con el club Cheng Ning Hui, que cuando le dan ese terreno, el colegio les enseña el himno o parte del himno chino a los alumnos. Recuerdo que una vez un alumno contó que en un viaje se encontró con otra persona y comenzaron a hablar que los dos eran de Iquique y que habían estudiado en el mismo colegio, terminando cantando el himno chino", dijo Yáñez.

tercera camada

La tercera etapa de migración de los asiáticos a tierras iquiqueñas es un poco más actual, con la llegada de los comerciantes chinos y los restaurantes chifa.

Precisamente uno de ellos es el caso de Yong Kang Sheng, quien desde hace 20 años llegó a la ciudad con la misión de querer tener un negocio propio y una familia.

Yong, comenzó a vender diferentes colaciones que a la larga se trasformaron en menús y distintos platos de comida china.

El chino, comentó que pudo tener una familia en Iquique, con hijos chilenos e iquiqueños.

"Ellos están felices acá, ya son iquiqueños y darán mucho por este país", sostuvo el comerciante.

El comerciante además, confesó que el clima, la gente y por sobre todo las playas son las principales razones para vivir en la Tierra de Campeones.

Finalmente la última oleada surge tras la instalación de la zona franca, donde llegan también de Taiwan. Esta presencia china está más ligada a empresarios jóvenes que buscan hacer florecer sus negocios en Chile y aprovechando las ventajas que les ofrece la zona de excepción. J