La instalación de una farmacia municipal en la comuna de Recoleta, sin duda ha puesto en la opinión pública un tema que desde hace muchos años es un problema para muchas familias de nuestro país y de la región.

La "Farmacia Popular" asegura que los medicamentos que ahí se vendan serán a precio costo y hasta un 70% más baratos que en una farmacia privada.

Y aunque la finalidad de la iniciativa ha sido valorada, incluso por la ministra de Salud, Carmen Castillo, ya han surgido varias dudas respecto de cómo se ajusta a las normas vigentes.

La forma en cómo la farmacia accederá a bajos precios sin comprar en grandes cantidades a los laboratorios, es otra duda, sobre todo respecto al poder de negociación con los laboratorios, ya que según la Ley Orgánica Municipal, los municipios no tienen autorización para vender nada. Sin embargo varios en la región analizan esta posibilidad.

En Iquique, los concejales oficialistas creen que sería una gran alternativa en el caso de las personas con menos recursos y así poder optar a medicamentos que no están en las farmacias de los recintos asistenciales.

Pero no solo Iquique, pues otros municipios como el de Alto Hospicio y Pozo Almonte ya han mostrado interés en iniciar algunas gestiones para ver la posibilidad de instalarlas.

En este sentido las corporaciones jugarían un rol clave, debido a que estas tienen mayor libertad a la hora de utilizar los recursos.

Una de las defensas para este proyecto es que funcionan bajo la denominación de farmacia cerrada, lo que la exime de las obligaciones de las tradicionales, como mantener un catálogo de determinados medicamentos y atender las 24 horas en caso de estar de turno. Por otra parte el modelo de Recoleta se ampara en que los medicamentos no son vendidos, sino que los compra y entrega bajo un modelo de subvención con un copago de los vecinos inscritos.

El modelo ya está, ahora los municipios locales analizarán la medida, la que no deja de ser interesante para quienes gastan gran parte de su presupuesto mensual en medicamentos.