Internada en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Regional Ernesto Torres Galdames está "María", una mujer con un trastorno mental que deambulaba por las calles del centro y tenía violentas reacciones.

Fueron los propios vecinos quienes solicitaron su internación involuntaria debido a diversos episodios, como provocar destrozos en parabrisas, ponerse agresiva cuando no le daban dinero o desnudarse, orinar y defecar en plena vía pública.

Según explicó la seremi de Salud, Patricia Ramírez, desde el lunes existía una coordinación con el Servicio de Salud para trasladarla hasta el centro de internación, tomando en cuenta el riesgo de su integridad física y de terceras personas.

Para esto la Seremi de Salud emitió una resolución de internación. "Nosotros la teníamos pedida porque hace tiempo que personas de la comunidad habían puesto la denuncia y la solicitud de que fuera hospitalizada la señora María", dijo la autoridad.

La tarea que no fue fácil debido a que por la condición de calle de "María", recién el jueves Carabineros dio con su paradero y fue trasladada hasta el Hospital Regional.

La seremi detalló que la mujer solo cuenta con una hermana que en anteriores oportunidades había solicitado su internación. "Hasta el momento no hemos tenido comunicación con la familia... Generalmente siquiatría trata de contactar a un familiar para que la vaya a visitar", señaló la representante del Ministerio de Salud.

Patricia Ramírez también explicó que la situación de esta paciente es compleja debido a que no tiene adherencia a los tratamientos, por lo que se requería su internación, mínimo por un mes para ver su reacción y evolución a los tratamientos. J

Los mayores afectados con las reacciones de esta mujer son los comerciantes, entre éstos los locatarios del patio de comida de la Plaza Condell.

"Ella no ingresaba al patio, pero sí rompía las flores y a veces tiraba basura desde arriba hacia el patio. Sacaba la basura y la tiraba en la pileta o se bañaba desnuda", recordó Mauricio Mena, administrador de Concesiones Iquique, que tiene a cargo el patio de comidas.

El encargado añadió que en el sector existen otros cinco casos de personas con trastornos mentales que son agresivos.

"Hemos pedido apoyo de Carabineros, pero no tienen facultad legal para hacer algo", explicó Mauricio Mena.

Hasta amenazas de muerte han debido enfrentar los empleados, hechos que se han denunciado en la fiscalía local, sin obtener resultados.

"Es un problema complicado porque no solo piden plata, sino que sacan comida de las bandejas", dijo el administrador, quien agregó que "habló con ellos y trato de entenderlos. Si hubiera un buen programa u hogar se podrían reinsertar socialmente, porque ellos están botados por la sociedad", se lamentó.

Otros afectados son los taxistas y comerciantes del perímetro de esta plaza. J