Luego de su debut en 2013 con su trabajo discográfico "Malvarrosa", la cantautora nacional Javiera Bobadilla y su proyecto musical La Pájara, acaba de presentar un nuevo disco, titulado "Sagrado", que está compuesto por diez canciones que fueron íntegramente compuestas por ella.
A casi dos años de su paso por la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar, donde ganó como mejor intérprete y mejor canción, se presentará en diversas regiones del norte de Chile.
Cuenta Javiera que las composiciones de este disco empezaron cuando estaba lanzando el primero y que, de hecho, ahora ha empezado a componer para un tercer disco.
"Siempre parto anticipada porque componer, para mí, es un proceso largo", admite.
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- A diferencia del primero, este tiene guitarra eléctrica, es un poquito más rockero y oscuro. Tiene una propuesta instrumental coherente de principio a fin. Además establecí una conformación de banda que antes no tenía.
- Hablan de mi vida, de lo que vivo, de lo que veo, de cómo deseo vivir, todo bien autobiográfico. Eso es algo que me estoy cuestionando para mi siguiente disco porque es complicado cantar lo que uno escribe, ya que hay como una especie de desfase, compones lo que terminas cantando en dos años más. Así que estoy viendo si me inspiro en otros para las letras. Estoy leyendo de todo: cómics de Liniers, autores latinoamericanos, la cantera que es Borges (...) soy como una esponja que absorbe.
la TESIS chilena
Javiera cuenta que hace 10 días mandó su tesis doctoral sobre música popular a la Universidad de Valencia y que el 14 de enero viajará a defenderla. El trabajo versa sobre la renovación del folclore chileno en la canción chilena en la última década y pone a su primer disco como un estudio de caso.
Una de las conclusiones a las que llegó en su investigación, es que por primera vez, luego de muchos años de dura censura, hay una sonoridad chilena potente con elementos propios: una música que suena a Chile.
Según investigó, hay poco de lo indígena en la música chilena: "Había una música riquísima antes de que nos conquistaran, cada una con sus particularidades, dependiendo de la geografía y de los recursos que disponían para construir instrumentación", explica.
"Luego el cancionero español llegó con los soldados y los religiosos y lo que menos quedó del mestizaje fue lo indígena, al igual que la música negra porque emigraron más hacia Perú", precisa Javiera.
"Esa música pasó a ser el canto campesino y de ahí viene la décima y la herencia del guitarrón chileno, hijo de la guitarra española, un instrumento muy particular y único en el mundo con sus 25 cuerdas", dice.
GIRA NORTINA
Aunque prevé bien intensa la gira de seis conciertos en seis días que dará por el norte del país, cuenta que está ansiosa y contenta. Promete tocar completo "Sagrado" y algunas canciones de "Malvarrosa" que ha detectado son las favoritas del público. J