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La añoranza de tiempos mejores en Pisagua

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"Solo nos queda la historia, ya que aquí no hay trabajo ni nada". Así de categórica es Aurora Méndez al referirse del momento que vive su pueblo natal, Pisagua.

Ella es dueña de casa y madre de cuatro niños, quien busca cualquier instancia novedosa para entretener a sus hijos.

Es un 30 de octubre y se celebran por adelantado los 136 años del desembarco en Pisagua de las tropas chilenas que lucharon en la Guerra del Pacífico y ella con sus niños se sientan en las rocas para ver la ceremonia.

Es que en Pisagua no hay mucho que hacer, atrás quedaron esos años donde el pueblo era un próspero puerto que exportaba salitre hacia el mundo y era eje primordial de la economía nortina.

Cuando ya son las 11 de la mañana de un viernes, la tranquilidad es una constante en las calles.

Esa misma monotonía parece traspasarse a los oficios que se realizan en el pueblo, es que aquí las mujeres son dueñas de casa, atienden almacenes o locales de comida. En el caso de los hombres la mayoría son pescadores o mariscadores, y escasamente algunos se dedican a otra actividad.

De todas formas, esta mencionada monotonía parece ser rota solo por una persona del pueblo, el joven Reinaldo Yáñez quien recibe a las personas en el antiguo muelle del pueblo vestido de militar y saludando a cada una de las personas que transitan por ahí.

"Me gusta todo lo militar, ya que en Pisagua todo esto es muy importante", mencionó el joven aficionado a las artes militares.

Así como este joven, varios pisagüinos como él viven de su historia, donde la Guerra del Pacífico, la época salitrera y las polémicas fosas de detenidos desaparecidos son parte de los comentarios habituales en el pueblo. Como aferrándose tal vez a lo que parece ser una de las pocas cosas que les va quedando como pueblo.

Óscar Wong, pisagüino de 38 años , buzo mariscador, es un fanático y orgulloso de las gestas históricas de su pueblo.

"Para nosotros es un orgullo estar acá. Por acá desembarcaron las tropas a pie", relató.

Pero al ser consultado por la situación laboral y económica del pueblo, el habitante cambia de semblante de inmediato.

"Estamos botados. Hay varias cosas que faltan, aunque lo que ha mejorado es el acceso y salida al pueblo. Por lo menos en ese sentido no estamos tan tirados", refiriéndose a que en los últimos años se instauró un transporte que los deja en Iquique desde la localidad por $1.500 pesos.

SALITRE

Para Wong la clave para el actual momento de Pisagua, fue la aparición del salitre artificial.

"Ahí quedó la embarrada, también se terminó lo que era la pesquera. Se fueron todos de acá, sobre todo los extranjeros".

El buzo mariscador se pone nostálgico al recordar las viejas glorias de Pisagua, mientras mira el horizonte de Playa Blanca, bahía que protagonizó el desembarco y toma del territorio de las tropas chilenas en la Guerra del Pacífico.

Es en este lugar donde junto su amigo Humberto Méndez marisca en las costas pisagüinas, las que últimamente no se ha portado bien con ellos.

"Tienes que tener tres horas para sacar un poquito (de mariscos) para salvarte la ida. A eso uno le suma la bencina que por ese lapso de tiempo sale 20 mil pesos", indicó.

Algo similar expresa su colega Óscar Romero, pescador artesanal pisagüino quien contó que la situación "está especialmente difícil".

"Se han agotado los productos, pero lo que más dañó al pueblo es no tener otras fuentes de ingreso", comentó.

Romero indicó que, para él, "el mar no siempre permite la posibilidad de ganarse el pan diariamente. Hay veces que pasan 20 días sin trabajar".

El pescador agregó que antiguamente el pueblo también contaba con una zona industrial, que era el eje de la economía de este lugar de la comuna de Huara.

"En un principio estaba el ferrocarril, la industria pesquera, pero (después del Golpe Militar) la Armada hizo posesión de esta zona industrial", acotó.

"Pisagua solamente se recuerda por la historia, pero en esencia para la población de pescadores no se ha hecho nada", señaló.

ABANDONADOS

Es en este sentido que Óscar Romero asegura que los pobladores de Pisagua creen estar absolutamente abandonados.

Lo mismo siente Patricio Pastén, pescador, quien asegura que la escasa pesca en Pisagua es producto del terremoto de 2014.

"Con el terremoto mermó mucho. La gente no viene a comprar ningún producto, entonces prácticamente nosotros estamos paralizados", aseguró.

Para el pescador, el municipio y el gobierno regional debería incentivar la microempresa.

"Yo creo que el mecanismo va por ese lado. También faltan terrenos para que la gente se instale a trabajar. Pisagua es un pueblo chico, pero no sé que impedimento le ven ellos (para invertir)", sostuvo.

Al preguntarle a don Patricio, el porqué no se va de Pisagua, él tiene una respuesta muy sencilla.

"Yo tengo una vida hecha acá. Ya son 57 años los que tengo y quien me va a dar pega afuera", contó.

Para el pescador artesanal los mejores años del poblado fueron cuando llegó al pueblo hace 40 años.

"Habían mariscos en abundancia, hasta que empezaron a ponerle reglas (en referencia a las vedas de ciertos productos)".

responsabilidades

En el municipio de Huara reconocen la realidad que vive el poblado de Pisagua, pero le traspasan responsabilidad al gobierno regional.

"Si se nos ha hecho presente que hay un real abandono, pero tenemos que tener en cuenta que el municipio de Huara tiene un perímetro de administración, en el cual el gobierno también tiene que poner énfasis en algunos puntos críticos que lamentablemente el municipio no puede abordar", sostuvo el alcalde (s) de Huara, Mauricio Corvalán.

Por otra parte el edil destacó la pavimentación de la ruta A-40, que une Pisagua, con la ruta 5, que para él generó un aventón económico a la localidad.

"El acceso en ruta está 100% factible, se puede llegar en vehículos, buses, camiones. La actividad económica dentro de Pisagua se ve beneficiada al poder ingresar y sacar productos", puntualizó.

Por último recalcó el posicionamiento turístico que le quieren dar a Pisagua como municipio y precisó en el proyecto de arrecifes artificiales de la Universidad Arturo Prat, donde se está cuidando y generando nueva biodiversidad y se está fomentando el ecoturismo. J