En las últimas semanas ha resurgido el tema de instalar un "Barrio Rojo" en nuestra ciudad para ordenar el comercio sexual que se vive en las calles céntricas.

Ya hace algunos años, se habían presentado iniciativas para regular esta actividad, pero la polémica se ha instalado nuevamente en la opinión pública local y está generando el rechazo de los vecinos ante esta iniciativa.

Desde la promulgación de la Ley Zamudio, se penaliza los actos de discriminación y violencia de las personas que son diferentes por sus orientaciones sexuales.

Tenemos que tener en cuenta que los transexuales, homosexuales, lesbianas y bisexuales merecen todo nuestro respeto como ciudadanos y personas.

La discriminación es un acto de ignorancia y muchas veces hemos presenciado abusos e insultos, incluso agresiones brutales que han terminado en tragedias por la escasa tolerancia que existe en nuestra sociedad hacia los individuos "diferentes" que por derecho tienen la libertad de ser y vivir a su manera.

Ahora se hace prioritario poder regular el comercio sexual y habilitar un Barrio Rojo, dónde este tipo de actividad este esté normalizada , resguardada y propiciarles a los trabajadores que ejercen este oficio, todos los beneficios de protección , control de salud y cuidado de su integridad.

Hoy en Chile, hay varias municipalidades que están por la opción de delimitar un espacio para el libre ejercicio de la profesión más antigua del mundo. Es más lo ven como un foco turístico ya que otorga a los asiduos clientes una seguridad e incluso un atractivo agregado a la ciudad. Tenemos el claro ejemplo de Holanda, donde existen este tipo de barrios. Sin embargo el argumento principal para crear este tipo de espacios, es la regulación, ya que no existe en nuestra ciudad y el comercio sexual se ejerce en cualquier calle y existen peligros de agresión tanto para las trabajadoras sexuales y los clientes.

El punto es ¿dónde se ubicaría? Y ahí se inicia un gran debate. No obstante debemos recordar que todos somos iguales ante la ley y la discriminación es un acto de ignorancia que esta sociedad no se puede permitir.

Cuando una persona corre riesgo de morir por un accidente lo ideal sería que esta información llegue lo antes posible a quienes son los responsables de activar los planes de contingencia.

Actualmente en Tarapacá eso no sucede. Un rescate puede tardar hasta cinco horas y en el caso de heridos con riesgo vital y que necesitan un traslado aéreo, la mayor parte de ese tiempo se gasta en que un profesional acredite que el estado del paciente justifique el viaje en helicóptero.

En este sentido el déficit es el mismo que en otros temas de salud: la escasez de profesionales idóneos en zonas alejadas.

Recientemente el Ministerio de Salud (Minsal) entregó un informe al Congreso en el que se dio a conocer la falta de 219 profesionales de la salud para la región.

Estos datos independiente del esfuerzo para atraer más profesionales a las regiones, requiere de uno mayor para dotar a las comunas más pequeñas de médicos permanentes que permitan acortar los tiempos de respuesta en caso de emergencia y de los requerimientos de quienes viven en zonas apartadas de los grandes centros urbanos.

Por el momento es necesario reducir los tiempos para socorrer y trasladar a heridos en accidentes de tránsito, ya sea por vía aérea o terrestre, pero es impresentable que en la actualidad existan demoras evitables. Por otro lado, si bien se tienen que manejar de forma eficiente los recursos, tampoco se puede escatimar a la hora de una necesidad de la cual depende una vida o varias de ellas.

Según estadísticas de Carabineros, los fallecidos aumentaron en un 20% en comparación a la misma fecha del año 2014 (de enero a octubre), pese a que los incidentes han disminuido en un 1,2% este año, es decir, 21 accidentes menos.

Según datos del Conaset, los accidentes con resultado de muerte ocurren en un 50% en rutas rurales, pese a que solo representan el 15% del total de los ocurridos en Chile.

Al igual como el país ha mejorado su capacidad de respuesta en terremotos, esto también se puede hacer en el caso de emergencias como los accidentes de tránsito.