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Desbaratan conocida discoteca clandestina en el centro de Iquique

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Con la incautación de diversos tipos de alcohol, plantas de Cannabis sativa y el desalojo de más de 150 personas culminó un operativo policial que luego concluyó con el cierre de una conocida discoteca clandestina en el sector céntrico de Iquique.

El inmueble, ubicado en Ramírez 725, funcionaba eventualmente de lunes a domingo pasadas las 1 de la madrugada, con fiestas que podían durar hasta las 7 de la mañana.

El accionar policial se hizo efectivo luego que por años los vecinos del sector realizaran diversas denuncias, tanto a entes gubernamentales como policiales y judiciales, así lo precisó Hugo Marín, presidente de la Junta de Vecinos Central.

"Este es un problema de larga data que provocó que muchos de los dueños de las viviendas cercanas decidieran vender sus casas. Como Junta de Vecinos hicimos denuncias desde la Gobernación hasta la Fiscalía, pero nunca obtuvimos una respuesta concreta hasta ahora", recordó el dirigente vecinal, quien agregó que esto comenzó cuando la dueña del inmueble falleció, quedándose a cargo de la casa sus familiares, específicamente uno de sus sobrinos de 33 años.

investigación

Debido a la gran cantidad de denuncias contra este local (por más de tres años), la Sección de Investigación Policial de Carabineros (SIP), reunió los antecedentes necesarios para probar la veracidad de los dichos de los vecinos, datos que fueron entregados a la Fiscalía y que culminaron con la autorización del Juzgado de Policía Local para ingresar al domicilio.

Fue así como personal de la SIP, OS7 y GOPE de Carabineros entraron a las 5.30 de la madrugada a esta discoteca clandestina, que no contaba con la patente correspondiente de venta de alcohol y el permiso municipal para la realización de la fiesta.

En el lugar, los funcionarios policiales incautaron 127 botellines de cerveza, 20 botellas de alcohol destilado y cinco plantas de marihuana de entre 90 centímetros y un metro diez de altura. Además, en el exterior se cursaron partes por ingerir alcohol en la vía pública y conducir en estado de ebriedad.

Asimismo se procedió a la detención del propietario identificado con las iniciales C. C. C., ingeniero comercial de 33 años, decomisando las evidencias.

El detenido quedó libre, aunque con arraigo nacional, dándose un plazo de investigación de 90 días.

Asistentes

Según informó el presidente de la junta vecinal, a las fiestas que se realizaban en esta discoteca clandestina iban "jóvenes y adultos de buena situación económica". "Venía gente con recursos ya que se notaba en los automóviles que eran de un estrato alto", detalló.

El dirigente agregó que las fiestas eran publicitadas a través de las redes sociales, por lo que llegaba gran cantidad de personas que bebían alcohol fuera del recinto antes de ingresar al inmueble.

"Carabineros venía a fiscalizar cuando hacíamos las denuncias, pero nunca podía ingresar. El dueño siempre tenía una estrategia para decir que no era una fiesta pagada, sino una celebración de amigos. Estamos contentos con lo que se logró y esperamos que esto no continúe", manifestó Marín.

La intendenta Claudia Rojas, destacó el trabajo realizado entre Carabineros y los vecinos de este sector, señalando que las denuncias dan resultados. "Los vecinos esperaron bastante tiempo, pero ya vemos que el trabajo paciente y coordinado de las policías y los dirigentes está dando frutos", expresó. J

Vecinos reclaman por ruidos de fiestas en Club Norteamérica

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Molestos amanecieron los vecinos del sector de O'Higgins con Aníbal Pinto tras los ruidos generados por la primera Cumbre de la Música Tropical que se desarrolló la noche del sábado en el Club Norteamérica.

La usuaria de Twitter @CleoCata, quien va todos los fines de semana a visitar a un familiar a ese sector, comentó que es habitual ver fiestas con música tropical y de tambo.

"Siempre me encuentro con fiestas en la cancha del Club Norteamérica", acotó.

En la misma red social el usuario @hugocabrera sostuvo que ya se hicieron reclamos. "Se juntaron firmas entre vecinos. Esto paró un tiempo y ahora vuelven con todo", mencionó el afectado.

Otros vecinos del sector, que no quisieron dar sus nombres por temor a represalias, manifestaron que no es la primera vez en el año que se ven sometidos a esta situación.

Los habitantes del lugar precisaron que en el último tiempo han tenido que soportar fiestas que duran hasta altas horas de la madrugada en una zona netamente residencial. Ahí la música se mezcla con los gritos de los asistentes y eso no les permite dormir.

Consultado sobre los reclamos, el presidente del Club Norteamérica, Julio Corvalán, aseguró estar al tanto de las molestias de los vecinos.

"Nos reunimos y dijimos: no más a los eventos tropicales o lo que sea de fiesta", dijo el dirigente.

De todas formas, Corvalán hizo un llamado a la comunidad de ese sector a colaborar con el club. "Echar un tarro de pintura nos cuesta un mundo y las personas que reclaman no son capaces ni de pasar una escoba a la vereda", finalizó el presidente. J