Manuel Villalobos brilló en el último clásico jugado en Iquique ante San Marcos de Arica. El celeste podría quedar fuera del partido pues se recupera de una lesión. Ojalá que de no poder estar, Bogado, Soza y Herrera saquen la cara.
Al ver la prensa nacional nos podemos percatar que estamos invadidos de noticias en contra de empresarios, específicamente en materia de colusiones -como la del papel higiénico-, lo cual resulta lógico, ya que la gente se siente traicionada y manejada, y ya no confía en nadie ni en nada. Así pasó con el caso de la colusión de las farmacias y con otros similares. Pero es interesante analizar que hay detrás de este tipo de acontecimientos. ¿Qué consecuencias nos trae como sociedad este tipo de noticias? No es otra que seguir acrecentando la ya esparcida desconfianza en el prójimo. Ya lo sufrimos en forma permanente, con los continuos ataques entre la misma clase política y que ahora se extiende a un sector que es profundamente vapuleado, como el empresarial.
Pero hay que recordar que no todos los políticos son corruptos, y por cierto, la gran mayoría de los emprendedores en nuestro país, tampoco. Pero la gente se queda muchas veces con titulares de letras rojas, sin ver que miles de empresarios luchan día a día por salir adelante, dando trabajo y movimiento, desarrollo y oportunidades. Eso, la gran mayoría de las veces, no es el titular del noticiero.
Sin embargo, lo preocupante, tanto como los hechos que originan este tipo de noticias, es que la gente vaya paulatinamente perdiendo su capacidad de asombro, y se habitúe a escuchar este tipo de conductas, y, que sobre todo, las nuevas generaciones de jóvenes, las empiecen a ver como algo normal. Que sea algo habitual ver a servicios públicos en paro por casi dos meses y que den origen a largas filas de gente esperando por una atención indigna; que vea como normal las marchas y protestas como única manera de conseguir y presionar por cambios desechando el diálogo fructífero entre los distintos actores sociales; que vea como normal las guerras de trincheras, con balas y bombas, en barrios periféricos de nuestro país; que es tradición ya el ídolo deportivo que es sorprendido ebrio manejando o comprando televisores robados.
Levantar nuestra mirada y exigir ética en los comportamientos de nuestra gente, es algo que no solamente es tarea de los tribunales, contralorías u órganos similares, si no que es un trabajo general, que implica promediar hacia arriba, partiendo por casa.
Molestia causan en la población las informaciones de niños que quedan solos mientras sus padres realizan otras actividades.
De hecho esta semana un nuevo caso ocurrió en Alto Hospicio, cuando una menor de solo 4 años de edad quedó al interior de un vehículo cerrado, debiendo ser rescatada por funcionarios de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Alto Hospicio.
Lo preocupante es que desde el municipio informaron que el tema no es un hecho aislado, pues esta es la segunda denuncia de abandono de un menor al interior de un vehículo que recibe la Oficina de Protección de Derechos (OPD) en lo que va corrido de este año en esa comuna.
La misma repartición especializada en infancia develó que los casos asociados a negligencias y vulneración de derechos de niños suman 588 hasta octubre pasado, una cifra que llama a la alerta.
Estas negligencias están ligadas a distintos temas, como son dejar a niños al cuidado de hermanos, que no son necesariamente adultos; descuidos en materias de salud, alimentación, higiene, ausencia de escolarización, que sean testigos de violencia u objeto de la misma, entre otros tópicos.
En el último de los casos, si bien los padres de la menor deberán ahora pasar por un proceso judicial y la pequeña quedará por el momento a cargo del Sename en el Hogar de Menores Turrón, lo ocurrido pudo ser mucho peor pues aunque esta vez la afectada no presentó problemas de salud, en varias ocasiones los descuidos culminaron con desenlaces donde la integridad de los niños se vio comprometida.
Los niños tienen derechos y para las familias siempre será vital el cuidar de forma responsable y esmerada a los pequeños.
Noticias de niños encerrados en sus casas y padres trabajando han causado impacto, en especial cuando han existido incendios y otras tragedias que develan una realidad que ojalá no vuelva a repetirse.
Nada es más importante que un niño feliz y en la medida que las personas puedan practicar esto como filosofía estaremos en presencia de una sociedad mejor.