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Taller de desabolladura y pintura

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En relación a un reclamo de la Junta Vecinal N°14 en la columna " Dinos lo que piensas", en mi calidad de afectado por tal denuncia, con todo respeto expongo que he tratado como ciudadano chileno e iquiqueño de nacimiento, independizarme económicamente. Para ello, opté, con el permiso de mi padre, crear en mi casa un taller de pintura y desabolladura de autos. Para ello y como lo exige la Ley, cumplí con todos los requisitos para obtener la patente ( registro sanitario, junto a la ordenanza 478 y 392) .

Desde que me instalé he sufrido acoso laboral y junto al llamado de inspectores municipales e incluso Carabineros, he sido notificado, pero como legalmente cumplo con todos los requisitos que ordena la ley, sin problemas sigo trabajando en mi taller.

Soy un ciudadano tranquilo y sin vicios de ninguna especie, pero como paradoja, otro buen vecino más al norte de calle Pedro Aguirre Cerda, realiza el mismo trabajo que yo y nadie, absolutamente nadie, lo molesta afortunadamente. Yo por mi parte, no molesto a nadie.

En cuanto a la obstrucción de la vía publica, tampoco corresponde a la verdad tanto la vereda como la acera entre nuestra casa están libres y expeditas.

Desde que me instalé se me ha perseguido denunciando, en el mes de octubre, seis veces a los inspectores municipales, siete veces a Carabineros y una vez al Ministerio de Salud más al prevencionista, y quien me denuncia es la presidenta de la Junta Vecinal N°14. Incluso la presencia y visión de mi entorno del vecindario, ha evitado la presencia de ladrones por nuestro espacio territorial

Lo único que pido es que me dejen trabajar tranquilo y sin acoso.

Hugo Bolívar Barriga.

Estado Islámico

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Cuando mi profesor de Derecho Internacional, sacerdote y abogado, catalogó los diversos tipos de guerras, tuve la impertinencia de decirle que las religiosas no existían y solo había guerras económicas. Como insistí, me tildó de materialista con las consiguientes penas del infierno.

Ante la guerra y el terrorismo que estamos experimentando, insisto que es económica, donde la bandera de lucha en el caso del E.I., ampara su acción en pensamientos fanáticos y fundamentalistas equivocados de la religión islámica justificando la lucha en contra de los infieles y apóstatas, que somos todos aquellos que no profesamos el Islamismo.

No quieren convertirnos, sino eliminarnos demostrando que persiguen fines materialistas, más que espirituales. No es primera vez en la historia de mundo que se pone a Dios como bandera de lucha, con un fin meramente terrenal de poder haciendo la guerra aún más feroz, porque a los soldados se les promete un cielo acomodaticio. Mi profesor no logró convencerme.

Marcos Concha Valencia.