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La transatlántica travesía de pampinos en un yate

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Dos pampinos navegantes. Así podría traducirse la travesía que iniciaron el 2 de noviembre los hermanos Gilberto y Walter Vigueras, acompañados del capitán Daniel Bravo y su pareja Emily Bergen, de nacionalidad canadiense.

Gilberto Vigueras tiene 56 años y es médico anestesiólogo, mientras que Walton, de 53, es ingeniero naval. Ambos nacieron en la oficina salitrera Victoria, la última que dejó de funcionar en la región de Tarapacá. Hoy viven separados, Walton en Arica y Gilberto en Copiapó. Sin embargo, ambos decidieron emprender este viaje marítimo en el yate bautizado como Lisana, recorrido que se inició en Málaga, España, y que tiene como destino las tierras de Caldera, Chile.

Salieron la primera semana de noviembre, cruzaron hasta Gibraltar y de ahí a las islas Canarias, donde llegaron el 9 de noviembre, esperando cruzar el Atlántico a partir del 18 de ese mes para llegar hasta la isla de Santa Lucía en América, luego Aruba, el canal de Panamá, Ecuador, el Callao y finalmente la costa en la región de Atacama.

"Hace ya algún tiempo estaba ahorrando pesitos para hacerme de un nuevo velero, quería uno más grande y muy confiable para ampliar mi zona de mar a navegar. Busqué aquí en Chile pero ninguno cumplía con la condición triple B: Bueno, Bonito y Barato. Estudié la posibilidad de importar uno desde USA y traerlo por barco pero los importadores no respondían y me puse a buscar por internet. No se imaginan la cantidad de barcos que hay en venta en el mundo. Me decidí por España por una cuestión de idioma así no se me pasaría la letra chica", escribió Gilberto en la página de Facebook "La ruta del Lisana", donde cuentan todos los pormenores del viaje.

los DETALLES

"Hemos asumido este desafío con mucha seriedad, afinando innumerables detalles, que harán que está 'locura' sea más segura", dice una de las publicaciones iniciales, previa a comenzar el viaje.

Según cuentan los hermanos Vigueras, el Lisana fue construido en 1997 y su longitud es de 10,70 metros, viajando durante toda la travesía con bandera holandesa.

Antes de partir, los tripulantes sometieron al barco a "las máximas exigencias", con el objetivo de observar su comportamiento. "La idea es cargarlo a full, simulando las condiciones de la travesía", dicen.

"El Lisana tiene un estanque de agua de 130 lts, para consumo, baño y cocina, pero además llevan agua embotellada, es más segura y no contaminable durante la navegación, se calculan 2,5 lts de agua por día por persona", explican antes de emprender su recorrido por el océano Atlántico.

Otro de los puntos importantes, previo a la salida desde España, tuvo relación con el chequeo médico, el que fue hecho por el mismo Gilberto, "el médico a bordo".

Aunque esperaron mejores condiciones climáticas, ante fuertes vientos y grandes olas que impedían abandonar con seguridad la marina de Benalmádena (Málaga). Ya saliendo, enfilaron rumbo al cruce del estrecho de Gibraltar.

"Todos bien, barco ok, navegamos frente a Rabat, Marruecos. Mar buena, viento suave. Saludos", fue el primer reporte tras salir desde España a las 5.50 del 4 de noviembre.

Los primeros días los navegantes registraron un "viento difícil", y recién el sexto día, el 7 de noviembre, pudieron "'sentarse' a comer algo tranquilos ya que los días anteriores el mar se movió bastante de día y de noche".

El octavo día llegaron hasta las islas Canarias, primera parada para el descanso de la tripulación. Ahí además se dedicaron a "reparar varios detalles de motor, antena y velas que se han ido presentando". Una falla en el alternador los obligó a estar más tiempo del presupuestado.

El tiempo estimado hasta Santa Lucía es de 25 días "dependiendo del tiempo", según los viajeros. "Entraremos en la zona de los huracanes y es la razón, por lo que, hacemos esta travesía en esta fecha, para evitarlos", escribió Walton el 12 de noviembre. Desde Chile los informan sobre la situación meteorológica.

Al día siguiente, el 13, debían partir y así lo hicieron, pero tuvieron problemas por lo que debieron volver a Canarias.

CAMBIO DE PLANES

Durante esta jornada, los cuatro tripulantes debieran estar llegando a Barbados, en un cambio de última hora. Ahí se sumará un nuevo tripulante, Aldo Podestá, un empresario ariqueño. Pero eso no será todo. Los hermanos pondrán fin a su viaje, ya que el tiempo real fue mayor al planificado, y deberán volver a sus responsabilidades laborales y familiares en Chile. El resto del trayecto lo hará el capitán Daniel Bravo, Emily Bergen y el mismo Podestá.

Sin embargo, el principal objetivo de los Vigueras se cumplió, cruzar el Atlántico en su yate Lisana. De todos modos, hay una búsqueda mayor: difundir que con ganas y disciplina se pueden hacer cosas diferentes. J