Una buena medida para que los consumidores verifiquen y tengan la certeza de que están pagando el precio justo por un peso justo, sería implementar en los locales comerciales el uso obligatorio de una balanza calibrada y sellada por el Servicio Nacional del Consumidor, Sernac.
Así el consumidor, podría comprobar realmente en la práctica, si un kilo tiene 1.000 gramos, novecientos o quizás menos.
Jorge Valenzuela Araya
Dos veces en el lapso de una semana han rayado la pared de la casa recién pintada, la cual por ser antigua y de dos pisos significa un gran gasto.
En la tercera ocasión, a plena luz del día sorprendí a la persona dejando estampado su "arte" (un pene), las dos veces anteriores fueron una firma.
La sorpresa fue darme cuenta que se trataba de un alumno del "Colegio Inglés", de unos catorce o quince años de edad, el cual andaba de uniforme acompañado de dos compañeros igualmente vestidos pero que no hicieron nada y solo se limitaron a mirar.
Como el "estudiante" ayudado por los de siempre logró darse a la fuga, informé esta situación en la Dirección del Colegio, pero por no contar con una cita previa no pude conversar con el director, pero sí le dejé los antecedentes con su secretaria y mis datos por si le interesaba el tema se contactara conmigo, pero hasta la fecha nada.
De acuerdo a los dichos de la funcionaria, ellos como colegio no tienen injerencia en los hechos por cuanto ocurrió fuera del establecimiento y por tratarse de menores de edad no se les puede hacer un reconocimiento porque vulnera sus derechos y si llegaran a detectarlo tampoco podrían informarle a sus padres y/o al apoderado por lo mismo.
Me pregunto serán más o menos los padres que le interese la conducta de sus hijos, que significa cuando hablamos de una educación compartida.
En fin, este alumno está lejos de haberse impregnado del lema institucional que los rige: "Educando con Valores Cristianos".
Muchas gracias.
Ronald Puch Rodríguez