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Vivienda: cumpliendo el compromiso presidencial

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Esta semana daremos inicio a las obras de urbanización del proyecto Altos de Playa Blanca, una política de vivienda que se funda en el Plan de Desarrollo Urbano Habitacional, anunciado por la Presidenta Bachelet en su última visita a nuestra región.

Pese a que el plan regulador permite el crecimiento hacia ese sector desde el año 2011, no fue sino hasta septiembre de 2014 -tras la visita de la Presidenta- que la voluntad política dio paso a hechos concretos y en beneficio de miles de personas que aún viven sin un hogar propio y definitivo.

La labor ha sido ardua y ha requerido de esfuerzos coordinados entre el gobierno y el mundo privado, pues estamos hablando de un proyecto que viene a reducir el déficit habitacional de una ciudad que no construye viviendas sociales desde hace 25 años.

En Altos de Playa Blanca han trabajado autoridades nacionales, regionales y los equipos técnicos de los ministerios de Bienes Nacionales y Vivienda, pero también ha requerido de un trabajo multisectorial con los ministerios de Educación, Salud, Deportes, Transportes, Obras Públicas, la Fundación Integra, Aguas del Altiplano, Eliqsa y la Superintendencia de Servicios Sanitarios, entre otras muchas entidades.

Ese trabajo en equipo -sí, en equipo y dedicado a quienes más dificultades tienen para acceder a la vivienda-, nos permite cerrar el año 2015 iniciando la urbanización para las primeras 280 casas, la mayoría de las cuales están destinadas a los vecinos que hoy forman parte del campamento Laguna Verde.

Ya lo decía la Presidenta Bachelet en su visita a Iquique: "El alto valor del suelo no puede transformarse en un factor de discriminación social…".

Por ello, hoy el Gobierno está cumpliendo con factibilizar inversión pública dirigida a miles de familias, de sectores vulnerables y medios, que requieren una vivienda propia en la comuna de Iquique.

Terminar el 2015 con una gran noticia -en una materia tan sensible para nuestra región como lo es la vivienda-, nos llena de optimismo y nos da la energía necesaria para seguir combatiendo al único adversario que nuestro país tiene: la desigualdad.

La labor ha sido ardua y ha requerido de esfuerzos coordinados entre el gobierno y el mundo privado.