Secciones

La reinserción en el relato de dos iquiqueñas

Yarella Burgos y Carla Estay tuvieron estadía en la Penitenciaría de mujeres de la ciudad y ahora quieren buscar nuevos horizontes trabajando como cajeras.
E-mail Compartir

Naguib Danilla Segovia

"Me quisieron quitar las zapatillas, la poca encomienda que me llegaba, me pegaban y arrinconaban". Ése es uno de los recuerdos de Carla Estay (33), al comentar su paso por la cárcel de Iquique, donde estuvo por seis años.

Esta iquiqueña, madre de Camilo Ignacio de 16 años y quien está actualmente en pareja, cayó presa el año 2002 en el recinto penitenciario local, por el delito de robo con intimidación, producto, según explicó, de la adicción que la aquejaba por esos años.

"Yo consumí pasta base desde los 13 hasta los 29 años. Buscaba financiar la droga robando, y por eso caí presa", relató.

Carla dice con orgullo que actualmente está rehabilitada, ya que no consume drogas hace cuatro años. De igual forma, eso le ha costado llevar muchos estigmas que dificultaron su acceso a algunos trabajos.

"El consumo de droga te afecta (para conseguir trabajo), pero cuando tienes antecedentes es peor. He tenido solo dos trabajos, lo que es poco", señaló.

Reinserción

De todas formas, Carla Estay es optimista porque parte de su proceso de reinserción ya concluyó. Hace una semana que ya no debe ir a firmar a Gendarmería, lo que significa que se anularon sus antecedentes penales.

"La reinserción es difícil porque las posibilidades son pocas. Hace tres años nivelé mis estudios y saqué el cuarto medio", dijo.

Sumado a esto, la joven aseveró que realizó muchas capacitaciones brindadas por el Centro de Apoyo para la Integración Social (Cais), cursos que están dedicados a las mujeres que pasaron por la Penitenciaría.

"Yo he hecho hartas capacitaciones por el Cais, he hecho una de masajista corporal, de instalación eléctrica domiciliaria, pero no era lo que yo buscaba. No habían capacitaciones que uno dijera 'es a eso a lo que me quiero dedicar'", detalló.

Por lo mismo acaba de terminar un curso para cajera bancaria realizado por el Ministerio de Justicia, a través de Sence, en el cual se proyecta para futuros trabajos.

"El curso de cajera bancaria fue bueno, pero hay que ser bien realista. En Chile, hoy en día cuesta mucho entrar a un banco. Por lo mismo, se puede trabajar en cajas de supermercado, están los Sencillito o las cajas de tienda", vislumbró.

Pensar en grande

Distinto es lo que piensa Yarella Burgos (22), quien también realizó esta capacitación para cajera bancaria. La mujer confirmó que ya tiene posibilidades de trabajo producto de este curso.

"Yo pienso que, si uno hizo un curso para cajero bancario, para qué uno va a terminar trabajando en un supermercado. Hay que pensar en grande", remarcó.

Cuando tenía 19 años, Yarella cayó por dos meses a la cárcel de mujeres ya que se vio involucrada en el robo de un vehículo, hecho en el que, aseguró, nunca debió estar presente.

"Mis amistades, de ese momento, justo robaron un vehículo y yo estaba con ellos. Por eso tuve que estar dos meses presa", lamentó.

La joven, que es madre del pequeño Demian de dos años, está libre pero con firma nocturna por cinco años más. De todos modos, confía en que estas nuevas perspectivas laborales la ayudarán a sacar adelante a su hijo.

"Mi hijo me centró harto y ahora quiero un buen trabajo para él", finalizó la joven.