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Fermín Méndez: falleció el cacique de la fiesta de Tarapacá

Alos 87 años, en Puerto Montt, falleció quien diera todo por la fiesta de San Lorenzo. Hoy el "Lolo" saldrá a despedirlo en su pueblo.
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Andrea Pérez Zarate

Quien ha concurrido a la fiesta de San Lorenzo en Tarapacá, recuerda el fervor con la que miles de personas rinden honor al patrono del pueblo.

Pero además de la fe de sus devotos, otra característica de la fiesta era la presencia del tradicional cachimbo al inicio de la festividad, magistralmente danzado por Fermín Méndez y su esposa Gladys Albarracín bajo el fuerte sol de la quebrada.

Don Fermín, el cacique, el Presidente de la Fiesta, el compañero de vida de Gladys -estuvieron 60 años casados-, el padre de 3 hijos, el abuelo de 4 nietas falleció este martes 12 de enero en Puerto Montt, lejos de su querido pueblo de Tarapacá y producto de un accidente domiciliario a sus 87 años.

El hombre que lideró el proceso de reconstrucción del pueblo para el terremoto del 2005 y que estuvo al frente de la fiesta en honor a San Lorenzo durante 57 años nunca dejó de difundir y mantener su cultura y su amado Tarapacá, tampoco su esposa quien a pesar de ya no poder bailar cachimbo por problemas de salud que afectan sus piernas, enseña la danza a quien la quiera disfrutar, como lo hizo con la connotada folclorista, fallecida en 2015 Margot Loyola.

Don Fermín falleció en Puerto Montt pero ni la muerte lo alejó de su pueblo, y ayer a eso de las 19.30 horas su acongojada familia recibió el cuerpo para emprender el último viaje junto a su patriarca en rumbo definitivo a Tarapacá donde hoy a las 16 horas su patrón, San Lorenzo, saldrá del templo a recibirlo acompañado de la comunidad tarapaqueña y devota que ya se organizó para llegar hasta el lugar y dar el último adiós a su cacique.

"Estoy muy feliz por esta hermosa muestra de cariño de la gente, que reconoce todo lo que mi esposo le dio al pueblo, esto es la cosecha de todo lo que hemos dado por nuestra fe y el pueblo" dijo Gladys dando gracias por la gran cantidad de personas que han dado muestra de su pesar por el fallecimiento de Fermín.

Legado

Para su familia el amor por el pueblo de Tarapacá y su patrón San Lorenzo, es parte fundamental del legado de Don Fermín, "no solo para nosotros, para toda la comunidad, mi papá le enseñaba a quien quisiera aprender, cada año era elegido Presidente de la Fiesta, el formaba una directiva y se comenzaban los preparativos, siempre junto a mi madre que hasta ahora trabaja en la iglesia, ella formó a los servidores de San Lorenzo, toda su vida transcurrió siempre en torno al pueblo y la Fiesta de San Lorenzo" cuenta el hijo mayor del matrimonio, quien orgullosamente lleva el nombre de su padre y se compromete a mantener las costumbres dice "y sobre todo la fe en San Lorenzo que sigue creciendo incluso trayendo a gente de otras regiones".

Precisamente junto a su esposa y sus dos de sus hijas recogieron el pañuelo para continuar con el cachimbo.

Carisma

Parte importante de la habilidad y pasión que tuvo Fermín Méndez para difundir su fe y al pueblo de Tarapacá fue su carisma "Don Fermín y la señora Gladys eran capaces de abrir su casa en periodos de fiesta para todo el mundo enseñándoles a todos las costumbres, el cachimbo, la calapurca, el picante de conejo y otras cosas, nosotros todos aprendimos a bailar cachimbo de la mano de la señora Gladys, no se pueden perder esas costumbres, los que queremos a la Quebrada de Tarapacá no podemos permitir que esto se pierda" cuenta Pedro Cancino, joven de 20 años que es cercano a la familia Méndez Albarracín.

Continuidad

Ya en el 2006 Don Fermín, como le decía todo el pueblo, de 78 años ya estaba preocupado por la continuidad de su labor como dirigente y cacique del poblado "poco a poco los dirigentes antiguos estamos descansando y acogiéndonos a un retiro en forma paulatina. Estoy pronto a cumplir 78 años y ya es una edad en la que no puedo seguir físicamente cumpliendo con las mismas labores que desarrollaba antes", decía en entrevista a La Estrella de Iquique

Sin embargo, Don Fermín era muy consciente de la importancia del trabajo social, poniendo responsabilidad también en la comunidad y no solo en sus dirigentes, sobre todo en tiempos de crisis como lo ocurrido en el terremoto de 2005 cuando el movimiento telúrico dejó en el suelo el poblado y la iglesia "en cosa de minutos todo estaba en el piso. No sólo cayó la iglesia sino que también el pueblo entero y aún se mantienen los escombros y sólo en este momento hay recuerdos de lo que era. Nosotros como pobladores también tenemos que poner nuestro grano de arena para que el poblado vuelva a ser lo que era", decía. Actualmente, el pueblo está reconstruido. En tanto para el término de las obras de reconstrucción de la iglesia fue necesario generar una campaña para reunir recursos que "también lideró mi papá y que no sólo logró reparar la iglesia, también hizo que la fiesta creciera, que llegara gente de todas partes a aportar, y no solo creció la fiesta, también la fe, y eso no se va a perder" dice el mayor de los hijos de Don Fermín quien cada año junto a su esposa e hijas realizan el baile de cachimbo que antes bailaban sus padres, y se preocuparán de mantener la enseñanza de la cultura tarapaqueña.

Hoy en su despedida Don Fermín puede contar con el compromiso de su familia y los cercanos a ella de seguir el legado de la Fiesta de San Lorenzo y las tradiciones del pueblo de Tarapacá, su patrono saldrá a despedirlo y será acompañado por cientos de devotos y tarapaqueños que comprometieron su presencia en la misa en su honor, todo en agradecimiento a su compromiso y amor por el pueblo y de San Lorenzo.