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Locos con el "melvin"

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El Día Nacional del Melón con Vino llegó como anillo al dedo para los iquiqueños y así quedó demostrado ayer, donde mucha gente compró la fruta para disfrutar de este trago. En la tarde andaban varios "alegres" en la calle.


Los invitados de piedra

Mala impresión dejó en los turistas la presencia de ratones en el sector de playa Cavancha. Especialmente durante la noche los familiares de "Mickey" salen a pasear en cantidad y prueba de ello son varios videos que ya circulan por las redes sociales.


Atentos a una modelo

En el Team Cristal que visitó Iquique había una modelo en especial que concentró las miradas. Se trata de Loreto Martínez quien participó del programa "Manos al Fuego". Varios precavidos se grabaron su rostro por si acaso alguna vez trata de sorprenderlos y así portarse bien.

editorial

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Aumentar las fiscalizaciones

La muerte de un trabajador atropellado por una carabinera que manejaba bajo los efectos del alcohol ocurrida el pasado viernes dejó varias lamentables enseñanzas.

Ese día el hombre de 67 años hizo lo que debía. Se puso el ya mítico chaleco reflectante y bajó de su vehículo debido a una falla mecánica en la vía, lo que no pudo evitar que perdiera la vida ante la irresponsabilidad de la hoy ex funcionaria de la institución que está en prisión preventiva.

Coincidió que el mismo día viernes, el seremi (s) de Transportes y Telecomunicaciones, David Pastén, salía a la calle para iniciar una campaña de uso y promoción de este elemento de seguridad, con un comunicado de prensa que afirmaba que "la falta de visibilidad es el principal factor que incide en la ocurrencia de los atropellos en horas de poca luz, por lo que estamos impulsando el uso de material reflectante para proteger la vida de las personas y prevenir accidentes".

También difundía que en los últimos diez años, más de 6.000 personas han muerto atropelladas en Chile y agregaba que "en caso de una emergencia que pueda sufrir al circular en una autopista, carretera o vía rural, la cual le obliga descender del vehículo, es importante vestir el chaleco reflectante que aumenta significativamente la visibilidad. Este elemento puede ser la diferencia entre ser visible a distancia segura o resultar atropellado".

La intención no es dudar de la buena intención del seremi, pero si es importante reconocer que no es la visibilidad el principal factor que atacar, pues sabido es que el principal problema está en la conducción irresponsable, con dos aspectos fatales preponderantes, como son el manejo en estado de ebriedad y las velocidades imprudentes y no permitidas.

Más allá del trabajo de difusión sobre el mencionado y criticado chaleco, es relevante aumentar significativamente las fiscalizaciones a los choferes. Con la vida no se juega y ella es prioritaria, ninguna acción puede dejar de aplicarse cuando de vidas humanas se trata. La enseñanza es que el conductor irresponsable no sabe de chalecos, ni señales de tránsito y la única forma de frenarlos es evitando que estén en las calles.

"Más allá del trabajo de difusión sobre el mencionado y criticado chaleco, es relevante aumentar significativamente las fiscalizaciones".

Chapo

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El Chapo quería escribir su propia historia y filmar su película. Y en ese afán, parece que entregó, sin querer, pistas para ser detenido. Más allá de ese desliz, el Chapo, como cualquier otro de la especie humana, quería trascendencia. Se había cansado del retrato que la prensa había construido enfatizando su condición de traficante y no aceptaba la figura del escritor fantasma. No le bastaba. Tampoco los corridos compuestos en su honor.

Rubén Blades había inmortalizado en su "Pedro Navaja" al matón del barrio, y Sabina en "Que demasiao", narró la historia de un ladrón urbano "hijo de la derrota y del alcohol". Pero el Chapo era el Chapo. Amasó una fortuna que le permitió acceder a todos aquellos bienes que nunca se imaginó. De ahí entonces que una película que narrara su vida en cinemascope era la medida para su agitada vida.

Siempre las historias las habían contado los que tenían el monopolio de la palabra. En este caso el poder colonial que contaba desde su tarima, el sufrimiento de los esclavos, de los indígenas y de las mujeres. Los Otros carecían, al parecer de voz y de sentimientos. Los buenos construían a los malos, a través del cine y la literatura. Hasta que aparecieron los sin voz con sus propias voces. Spike Lee contaba la historia de los afrodescendientes en Estados Unidos, y así.

Hay una atracción, casi fatal por personajes como el Chapo. Versiones postmodernas de Robín Hood y del macho latinoamericano, que nunca olvidan la pobreza en que nacieron, pero que a su vez, se rebelan contra ella, de la mejor manera posible: viviendo de un modo estrafalario. Siempre me ha llamado la atención la ostentación de la que hacen alarde. Sus mensajes a Kate del Castillo, puro Becquer. Lo suyo era para un largometraje, por lo menos a tres firmas: Leone, Peckinpah y Tarantino.

La fuga del Chapo, a través de un túnel construido con máxima tecnología, es en cierto modo, el lugar común del modo, tal vez, el único que hay para fugarse. Querer contar su historia, a través de una película, lo condenó a una nueva estancia en una cárcel. Pero seguro que ya estará maquineando una forma de dejar en ridículo al poder. Como dice el narco corrido: "le quedó chica la jaula".

"Más allá de ese desliz, el Chapo, como cualquier otro de la especie humana, quería trascendencia".

Bernardo Guerrero Jiménez, sociólogo.