Secciones

El arpista que llegó de Temuco a deleitar los oídos tarapaqueños

Con más de 15 años de trayectoria, el músico y además compositor de música folklórica Guido Soto, diariamente se gana la vida ofreciendo lo mejor de su repertorio en la plaza Prat, que va desde lo popular hasta lo clásico.
E-mail Compartir

Manuel García Vidal

Sentado en una banca en plena plaza Prat podemos encontrar casi todos los días a Guido Soto (59), tal vez el único arpista que existe en la región y uno de los pocos que cultiva este arte en el país, pues hallar alguien que toque con maestría este instrumento es cada vez más difícil.

Con su música e instrumento deleita diariamente a quienes se detienen por un momento a escuchar sus melodías, que van desde lo folklórico hasta lo clásico.

"La música a mí me llena", expresa Guido, quien llegó a Iquique hace un año y medio desde Temuco y dice sentirse feliz en esta tierra que lo acogió desde ese entonces a él y a sus dos hijos.

"No puedo quejarme porque me ha ido bien y he podido ejecutar el arpa como solista. Aparte es algo novedoso", dice el músico, quien se gana la vida al compás y la armonía de las cuerdas.

Afirma que aprendió a tocar por sus propios medios hace 15 años, y pese a que desde un principio fue un desafío ejecutar un instrumento de esas características, hoy en día se ha convertido en su pasión, "lo que me indica que todo se puede hacer en la vida a pesar de la edad, si uno tiene interés", confiesa.

Para Guido el tocar el arpa tiene que ver nétamente con la calidad de su sonido, pues instrumentos de cuerda hay muchos y si bien la guitarra o el bajo son mucho más comunes, el arpa suena distinto. "Siempre me llamó la atención el arpa. Encuentro que tiene un sonido que es diferente a los demás instrumentos. Para mí es un sonido celestial", confiesa.

Explica que primero comenzó a tocar temas lentos hasta llegar a los "valsecitos", para luego seguir incursionando en otras melodías como en la música popular, latinoamericana e, incluso, música clásica.

"Dirigí grupos por 15 años. Soy compositor de música folklórica. Tengo unos CDs grabados y compuse una misa a la chilena que también grabé con unos grupos en Temuco y Lautaro", relata.

Autodidacta

Asimismo se define como una persona autodidacta, ya que ha tocado diferentes instrumentos desde pequeño, por lo que confiesa que no se le hizo tan complicado aprender ya que tiene una cierta base musical.

"Sé tocar acordeón, violín, charango, guitarra, cuatro, tiple y un poco de teclado. No soy un experto en esos instrumentos porque me he dedicado más a la guitarra y al arpa. De repente no se puede abarcar mucho. Hay que decidirse por uno u otro instrumento. En este caso me decidí por el arpa porque es una pasión", reconoce.

El arpa

El arpa es un instrumento de cuerda pulsada compuesto por un marco resonante y una serie variable de cuerdas tensadas entre la sección inferior y la superior. Actualmente el arpa que toca don Guido tiene 10 años y es de madera de trébol paraguayo.

El costo de este instrumento es relativamente alto, pero va de la mano del trabajo que conlleva su fabricación y su nobleza. "En su tiempo costó cerca de 350 mil pesos. Ahora un arpa nueva debe costar unos 500 mil pesos", menciona.

Manifiesta que dependiendo de su uso un arpa de calidad puede llegar a durar incluso más de 100 años en buenas condiciones.

"El problema es que es un instrumento muy frágil. El encordado cuesta cerca de 60 mil pesos".

En la actualidad don Guido está haciendo las gestiones con el municipio para tocar en Cavancha y así seguir deleitando con su música a las personas, tal como lo hace también en la feria La Quebradilla en Alto Hospicio todos los domingos por la mañana.

Ese día se sienta con su amigo inseparable para volver a cautivar con los sonidos de sus cuerdas, las cuales día a día atraen y encantan más oídos de iquiqueños y hospicianos.

Guido Soto es uno de los pocos que cultivan aún este arte, donde los dedos se mueven con rapidez, para lograr un sonido tan particular que a nadie deja indiferente y que hace deterse a las personas para olvidar por un momento sus quehaceres diarios por escucharle tocar por un rato.

"Siempre me llamó la atención el arpa. Encuentro que tiene un sonido que es diferente a los demás instrumentos. Para mí es un sonido celestial".

Guido Soto, arpista.

"Todo se puede hacer en la vida a pesar de la edad, si uno tiene interés

Guido Soto, arpista.

"

"