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Más que un hobbie: los adultos coleccionistas de juguetes

Los juguetes de figuras de acción se transformaron en la actualidad en un nuevo pasatiempo para los fanáticos de las historietas y series de superhéroes y personajes de películas. Según relatan los expertos, el público es más bien adulto.
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Naguib Danilla Segovia

Son las 12:30 y Omar Calle ordena un par de juguetes que tiene en una caja. No es que este adulto de 50 años esté arreglando el dormitorio de su hijo, sino que revisando su colección de figuras de acción.

Este ariqueño de nacimiento, se gana la vida vendiendo juguetes de superhéroes, de personajes de películas de terror y de series de origen japonés en su tienda "Tío Omar" de la Feria Coliseo 2 de calle Tarapacá.

El fanático de las figuras comenta que su afición por estos mundos ficticios empezó cuando tuvo su primera consola. Un Atari.

"Yo soy adicto a los juegos y cuando tuve mi Atari ahí empece a jugar e hice mi local en Arica y comencé a vender juegos de Atari y Super Nintendo y fue en ese momento cuando coleccioné monos", remarca.

El coleccionista explica que en un principio recolectó los "monos" que a el le gustan (X-Men, Hulk y Thor) como hobbie, pero después esta afición se transformó en algo más.

"El día que me fui de Arica a Iquique hace nueve años me traje mi colección y empecé a vender juegos y películas. Como tenía el local un poco vacío comencé a llenarlo con las figuras y las personas me preguntaban si los vendía o no y yo les decía 'no, son míos' y después fue tanta la insistencia que los vendía nomás", señala.

Público

Con el tiempo, Omar Calle fue adquiriendo más juguetes a los que añadió máscaras de villanos, superhéroes y la última moda, que son las alcancías de figuras de acción. Productos bien aceptados por su público, uno que mutó con el paso del tiempo, según dice Calle.

"El público va cambiando. Los niños empiezan a crecer y crecer, después viene la otra generación y ahí se adapta uno", sostiene.

El vendedor de juguetes dice que vio cinco generaciones de clientes y la mayoría vienen con sus hijos a que "sigan la tradición" de tener colecciones de las coloridas figuras de plástico.

El "juguetero" tiene pocos amigos adultos, y el contacto con estos solo lo hace a nivel clientes. Porque sus amistades, el comenta, son en su mayoría personas que tienen la mitad de su edad.

"Solo tengo un amigo que comparte mi afición desde que yo era muy joven, los demás todos tienen como 24 o 25 años. Igual conozco gente de 60 o 65 años que tienen colecciones y con los que he charlado largamente", destaca.

A escala

Últimamente, el coleccionista está juntando juguetes a escala real de 18 centímetros, los que afirma no han sido fácil de conseguir.

"Son caros estos 'monos', pero para eso uno trabaja y así uno se arma una colección de a poco", cuenta.

El locatario de la Feria Coliseo 2, tiene más de mil figuras y la más barata se puede conseguir desde los $5.000 pesos. Él se complica al elegir a un superhéroe favorito, pero después de varias vacilaciones, se decide por un coloso de tono verde.

"Hulk es el que la lleva, porque es brutal y destruye todo lo que está en su camino", asiente.

Star wars

Jorge Lobos, tiene una tienda de juguetes en el Terminal Agropecuario hace ocho años, local bien concurrido por la gente más entendida en el rubro de las "figuritas".

Lobos es un declarado fan de Star Wars, trilogía que empezó a seguir en los setenta y donde, poco a poco, se nutrió del merchandising aledaño. El que juntó como hobbie, mientras trabajaba en una faena minera, pero que posteriormente, sumado a otros juguetes, se transformó en su labor luego de horas de búsqueda en ferias.

"Todos mis juguetes son originales. Los recolecté de distintas ferias y me abastezco de Zofri. No compró por cantidades, compró por unidades. Más seleccionado", destaca.

A diferencia de lo que muchos puedan pensar, esta "afición" no le ha traído problemas familiares, pero él dice que conoce de casos que si. Por lo mismo, cree que muchos papás tratan de camuflar su fanatismo.

"Traen a sus hijos, para justificar el gasto que harán en la tienda. Ellos mismos le mienten a sus señoras para comprar un hobbie", sentencia.

"(Papás) traen a sus hijos, para justificar el gasto que harán..."

Jorge Lobos

vendedor y coleccionista de juguetes

$5.000 es lo que puede costar, la figura de colección más barata. La mayoría son de manufactura americana.