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Bravo fue clave en triunfo de Barcelona

El portero chileno fue la figura del 2-1 que permitió al cuadro "culé" alcanzar el liderato de la Liga. En el segundo tiempo evitó que el cuadro rival hiciera más anotaciones.
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Pamela De Vicenzi

La actuación de Claudio Bravo fue vital para el Barcelona, equipo que ayer tuvo serias dificultades para vencer al Málaga por 2-1 como visitantes y de este modo recuperar la cima de la liga española.

Si bien no pudo mantener el arco en cero, el capitán de la Roja tuvo su desquite en el resto del partido, en donde bloqueó toda posibilidad del cuadro "blanquiazul" de mostrar su poderío en casa.

Con este resultado y con un partido de menos, Bravo y sus compañeros se empinaron al primer lugar de la Liga con 48 unidades y quedaron separados por un punto del Atlético de Madrid, que hoy se medirá ante el Sevilla.

Un minuto después del pitazo inicial, el Barça hizo de las suyas. Un pase de Luis Suárez enfrente de la nariz del portero Carlos Kameni llegó al pie de Munir El Haddadi, quien sin dudar lo envió a las redes del Málaga y abrió el marcador a favor de los forasteros.

La escuadra local comenzó a amenazar la portería de Bravo. En tanto, la brusquedad del Barcelona casi cobra víctimas. Por ejemplo, Sergio Busquets casi comete penal en un forcejeo con el rival y un empujón de Adriano por poco le cuesta una grave infracción.

Gracias a estas acciones, el Málaga tuvo bastantes oportunidades de igualar y Bravo tuvo más trabajo que de costumbre. La presión hizo sus efectos en el arquero chileno y en la defensa del Barcelona.

A los 31 minutos vino la respuesta del Málaga. La ofensiva logró desordenar a la débil zaga del Barcelona, encabezada por Busquets y Javier Mascherano, y doblegó a Bravo, quien intentó contestar la jugada.

A partir de ese momento y ya comenzado el segundo tiempo, Bravo no tuvo más errores y decidió cerrar con candado el arco para evitar el triunfo del rival.

El respiro acudió a los 51 minutos. El combinado entre Andrés Iniesta y Adriano permitió a Lionel Messi enviar un gol de media volea en el área chica sin que Kameni pudiera remediarlo. Era el 2-1.

El empuje del argentino y los contactos con Luis Suárez no fueron suficientes y la ausencia de Neymar se hizo sentir en la artillería "blaugrana". Por esta razón, gran parte de la acción se trasladó a la portería de Bravo. El primero en intentar derribar la muralla fue el uruguayo Gonzalo Castro, cuyo centro fue atajado por el oriundo de Viluco.

Ignacio Camacho trató de ocupar la misma fórmula, pero el remate potente terminó en los guantes de Bravo. El español reiteró su oportunidad y el capitán de la Roja respondió de la misma forma.