Rigoberto Muñoz: 80 años de pasión por la radio
El locutor conocido como Don Rigo lleva 8 décadas ligado a las comunicaciones radiales, y no piensa en el retiro. Espera seguir siendo la voz de Alto Hospicio. Aquí la historia de un hombre inquieto, de esos que morirá en su ley.
"Cumplí 90 años y es como si hubiese nacido ayer", dice Rigoberto Muñoz Henríquez con envidiable energía. Don Rigo, como le llaman todos en Alto Hospicio, partió a los 10 años en la radio. "Por mi mamita entré a unos talleres de radio de la Fuerza Aérea y nunca más me despegué", cuenta orgulloso.
Don Rigoberto, aunque parezca extraño a su edad, aún sigue cubriendo noticias a toda hora y en cualquier época del año. No se complica con las modernidades para despachar. "Lo hago todo por celular nomás, como ya todos me conocen en Alto Hospicio me vienen a avisar, y yo despacho en terreno para Radio Paulina", su casa radial como él dice "hasta que me muera".
Rigoberto Muñoz nació en marzo de 1926 en Iquique, en su casa en calle Videla, entre Juan Martínez y Arturo Fernández. Su padre "fue un hombre violento, mi mamita se aburrió tomó a sus dos hijos y nos llevó a vivir a Huara. Vendía empanaditas, pastel de choclo y cositas así en un carrito, con el tiempo volvimos a Iquique".
A los 10 años, y gracias a los conocimientos que tomó en el taller de radio y a una revista argentina, construyó su primer transistor. "Me fabriqué una radio galena, me regalaron una revista argentina que traía todas las instrucciones. Así es que pesqué una tablita, una tapa de crema Lechuga bien antigua y con una piedra galena, me subí al techo y puse una antena con un fierro de cobre en tierra. Cuando peleó Arturo Godoy y Joe Luis lo escuché en mi casa con mi radio galena", expresa con una memoria envidiable al detallar cada suceso.
Luego de eso se convenció de que lo suyo era la radio y en 1940 ingresó a Radio Tarapacá para aprender. "Ahí empecé a trabajar en esto, me dio por las noticias, después en la Almirante Lynch y otras radios. Eso fue siempre así hasta que cuando Ramón Galleguillos era director en la radio Paulina me dejó como corresponsal de la radio aquí en Alto Hospicio y aquí pienso quedarme", asegura.
Don Rigo siempre fue inquieto. Hasta ahora, militaba activamente en el Partido Radical, incluso llegó a ser secretario. También trabajó como modelador de Ferrocarriles durante 25 años y fue candidato a Regidor en 1961. "Perdí por 3 votos nomás", dice, agregando que en ese tiempo "la comuna de Iquique llegaba hasta Pica, por el norte hasta Negreiro y hacia el sur hasta Bellavista".
"En esa época no habían sistemas complicados como el binominal que había ahora. En ese tiempo el que sacaba más votos era el alcalde y se acabó", indica.
El oficio
Como reportero radial en sus 80 años de carrera ha visto mucho y de todo, pero el caso que más impactó a Don Rigo (quien busca sus propios auspiciadores y por una módica suma les menciona en cada uno de sus despachos) fue el llamado caso de "las niñas de Alto Hospicio".
"Me tocó ver a las niñas abajo, el dolor de las mamás era tremendo, vino hasta la Andrea Molina para acá" recuerda.
Aunque ahora está con licencia médica, porque se cayó a un socavón mientras reporteaba en vivo para el matinal de Radio Paulina, dice que ni piensa en colgar el micrófono. "Por más que mis hijos y la gente me pregunta 'cuándo va a descansar don Rigo', a mí no me interesa. Siempre les digo: 'los valientes mueren de pie y yo voy a la hora que sea'", asegura.
La Familia
Rigoberto se casó dos veces. De su primer matrimonio tuvo 7 hijos -2 mujeres y 5 hombres-, además tiene hartos nietos y hasta bisnietos. Con su actual esposa ya lo unen 7 años y tienen 26 años de diferencia. "Ella es del sur, de Mulchén de la VIII región. Trabaja en una casa particular y antes de irse me deja cocinado y yo me caliento la comida. Ella cuida las plantitas y todo eso. Es mi compañera", confiesa.
De los nietos, Don Rigo cuenta con orgullo que uno de ellos ya egresó de técnico en enfermería de un liceo en Alto Hospicio "y se irá a Bolivia a estudiar medicina". En tanto, otra de ellas "ya egresó de kinesiología de la Universidad Arturo Prat y está haciendo su práctica profesional en el centro Teletón de Iquique". Se le nota el orgullo por ellos, aunque también por el resto de sus nietos.
El hombre ha acumulado muchas historias y asegura lo seguirá haciendo. Nadie se explica cómo, pero Don Rigoberto con su paso lento y con sus 80 años de carrera vinculado a las comunicaciones radiales, se las ingenia para llegar donde ocurra la noticia con la energía que ya se quisieran las nuevas generaciones de comunicadores. Haciendo radio a la antigua en un medio que no ha quedado ajeno a la modernidad y las nuevas tecnologías, Don Rigo sólo ocupa su celular básico, pero cuenta con el gran respaldo y cariño de la comunidad, además de la credibilidad que le dan 80 años de carrera. Está lejos de alejarse de la actividad y pretende mantenerse porque "los valientes mueren de pie".
"Todos me conocen y me vienen a avisar, yo despacho en terreno".
Rigoberto Muñoz,, corresponsal en Alto Hospicio de Radio Paulina.
Rigoberto Muñoz
"No pienso en retirarme. Los valientes mueren de pie"
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