Ley de migraciones
La futura Ley de Migraciones que el gobierno prepara contempla crear un Registro Nacional de Extranjeros, base de datos que tendrá la identificación de todos aquellos que son residentes, visitantes de largo plazo y funcionarios internacionales.
Al catastro, cuyos detalles serán reservados, policías, embajadas y consulados chilenos podrán acceder y les permitirá encontrar esta información que hasta ahora no estaba consolidada.
Lo que busca este catastro es reunir información que actualmente trabaja sobre estimaciones del Ministerio del Interior a través de Extranjería y que hablan de un crecimiento exponencial en la última década, donde los residentes en el país pasaron de 247 mil a 477 mil. En Tarapacá ya son 40 mil personas.
Este hecho también provocó que se pensara en esta normativa, que viene a poner al día al Estado en un fenómeno que actualmente sobrepasa la institucionalidad.
En este sentido y según revela El Mercurio, un borrador del proyecto de ley que fue enviado a los ministerios, incluye los derechos que tendrán los extranjeros, en ámbitos como la salu, la educación, laborales, justicia, seguridad social y en cuanto a registro e identificación.
En este sentido, se solucionarán cosas triviales para el resto de los habitantes, pero que para un residente extranjero es actualmente un calvario, como la inscripción de recién nacidos, donde la nueva ley permitiría que cada niño dado a luz en el territorio optará a su inscripción en el registro civil sin dilación, independiente de la situación de sus padres. También permitirá que quienes coticen en el sistema de salud, puedan ocupar sus beneficios, gozar de los derechos laborales igual que cualquier chileno y denunciar las irregularidades como cualquier nacional, entre otros beneficios que permiten un trato más digno para quienes buscan en nuestras fronteras desarrollarse laboralmente, educarse y aportar con su conocimiento a progreso del país.
Pero en vista de lo anterior también fija deberes y su adecuación a la normativa nacional, lo que independiente de los detallles que se deberán afinar en el proceso de su discusión, permitirán al país no solo modernizarse, sino mejorar su imagen internacional.
"Se solucionarán cosas triviales para el resto de los habitantes, pero que para un residente extranjero son un calvario.