Mauricio Mondaca - Medios Regionales
El ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, reafirmó ayer que su país sigue fiel a su "política de fronteras abiertas" para los refugiados, pero evitó precisar cuándo serán autorizados a entrar los miles de sirios que ayer esperaban en la frontera sur una posibilidad de huir de la intensa arremetida del régimen del presidente Bashar Al Assad.
"Seguimos manteniendo esta política de fronteras abiertas para la gente que huye de la agresión del régimen (sirio) y de los bombardeos rusos", afirmó Cavusoglu luego de una cita con sus homólogos europeos en Amsterdam.
El Gobierno turco ha acogido a 5.000 personas que huyeron de los recientes combates por la ciudad de Alepo, en el norte de Siria. Según DPA, entre 50.000 y 55.000 más están en camino y "no se les dejará solos", aseguró el ministro. Según medios turcos, en la actualidad decenas de miles de refugiados esperan permiso para entrar al país.
Unas 20.000 personas esperaban ayer ante el paso fronterizo de Bab al Salam, que está cerrado. Según la ONU, en la cercana ciudad de Azaz, próxima a la frontera, habría hasta 10.000 sirios, en medio de una situación humanitaria cada vez más difícil.
Medios locales informaron del reparto de ayuda y lonas a los refugiados, pero no está claro cuándo se les permitirá entrar en Turquía. La principal milicia kurdosiria, las Unidades de Protección del Pueblo, y otras facciones rebeldes ayudarán médicamente a los desplazados de la provincia de Alepo que se hallan bloqueados en la frontera de Siria con Turquía.
100 mil personas podrían congregarse hoy en la frontera entre Turquía y Siria.