La aprobación del proyecto de ley de Carrera Docente hace recordar lo que el Informe Brunner señalaba respecto a las condiciones necesarias para el desarrollo de la función docente, a saber: "Un sistema educacional en el cual las escuelas ofrezcan las remuneraciones, la autonomía profesional y las oportunidades de carrera necesarias para atraer a la enseñanza a personas altamente calificadas que, de lo contrario, elegirían trabajar en otras profesiones. A cambio, los docentes aceptarían mayores exigencias y estándares más altos de desempeño, y una efectiva responsabilidad pública por los logros de sus alumnos y establecimientos."

Al respecto cabe preguntarse: ¿por qué algunos políticos no quieren aquello para nuestro sistema escolar? El proyecto de ley de Carrera Docente no hace más que aumentar la nocividad de la relación laboral entre los profesores y el Estado, mil veces denunciada, extendiéndola además al sector particular subvencionado.

Mientras la educación particular pagada muestra buenos resultados, operando con la misma relación laboral que rige a la mayoría de los chilenos, algunos legisladores, quienes para su hijos optan justamente por aquella educación, se esfuerzan en construir para los hijos del resto de los chilenos un sistema educativo estatal, rígido y uniforme, garantía para obtener malos resultados.

Iván M. Garay Pagliai

A propósito del centésimo aniversario, el próximo 30 de agosto, de la hazaña de Shackleton y el rescate del Piloto Pardo en el Yelcho, recordé el concepto de liderazgo. Shackleton, a pocos días de perder su buque por los hielos en la antártica, lo abandonó y dio por hecho que su expedición de atravesar el continente antártico había fracasado antes de iniciarla y no dudó que su misión cambiaba a salvar ilesos sus 27 hombres.

Acampando en el pack de hielo derivando al norte, y en témpanos durante el invierno de 1915, logró llegar a isla Elefante en botes salvavidas.

En busca de ayuda, junto a 4 tripulantes escogidos, en un bote a vela de 6 metros cruzó el Drake y recaló en las Georgias.

Después de varios intentos de regresar a dónde dejó su gente, lo logró al encontrarse con otro líder valiente: El Piloto Pardo.

Todo demuestra que el buen líder enfrenta la adversidad y toma decisiones para vencerla en beneficio de su gente, sin pensar en sí mismo. Chile necesita líderes con urgencia.

Marcos Concha Valencia