Una fiesta clandestina, con venta de alcohol y pago de entrada quedó al descubierto durante la madrugada de ayer en el colegio Ñusta Kori de Iquique, ubicado en calle Aníbal Pinto con O'Higgins.
Cerca de las 5:30 horas, Carabineros recibió diversos llamados ante la molestia de vecinos y funcionarios de la Primera Comisaría se dirigieron al lugar. Al llegar encontraron a dos guardias en la puerta de entrada, procediendo luego, pese a la oposición de estas personas, a ingresar al lugar, donde decomisaron cajas de alcohol y detuvieron a dos personas.
"En la central de comunicaciones se recibieron llamados de distintas personas por ruidos molestos, en calle O'Higgins, a la altura del 200. Carabineros se constituyeron en el lugar y efectivamente en esa calle en el 211, donde hay un colegio se mantenía un fiesta, entonces los uniformados procedieron a cotejar las autorizaciones con las que contaba ese colegio, donde se verificó que no tenían los permisos, que había venta e ingesta de alcohol y por estas causales se cursaron las infracciones respectivas. Había gran cantidad de público por lo que Carabineros tuvo que actuar de forma preventiva y tratando de no generar ningún tipo de evento", dijo el subprefecto (s) de los Servicios de la Prefectura de Carabineros Iquique, teniente coronel Cristian Alarcón, quien agregó que "se está preparando una cuenta escrita dirigida al seremi de Educación con la finalidad que tome cartas en el asunto, producto de que esto se desarrolló al interior de un establecimiento de educación".
Seremi
Consultado el seremi de Educación, Francisco Prieto, quien está haciendo uso de sus vacaciones, manifestó que el hecho es "anormal" e "inédito" y anunció medidas. "Si bien estoy de vacaciones, en virtud de la gravedad de lo ocurrido solicitaré al equipo de profesionales del área jurídica del servicio que desde mañana (hoy), tomen conocimiento de lo que pasó y que se dispongan todas las medidas necesarias. Éste es un hecho que sale de la educación y que incurre en varias ilegalidades. Los colegios están en receso, pero eso no los inhibe de sus obligaciones legales", apuntó, recordando que la ley prohibe la venta de alcohol a menos de 100 metros de un colegio y en este caso se habría hecho en el mismo recinto y sin patente.
Ayer la redacción de este medio recibió varios llamados de vecinos para denunciar lo ocurrido. Ricardo, que pidió reserva de su apellido, dijo que era una práctica recurrente. "No quiero tener problemas con ellos, son agresivos. Carabineros les quitó cajas con alcohol y ellos les tiraban botellas. No sé como un colegio se presta para algo así.", dijo.
Al respecto, el concejal Pedro Cisternas, quien además es presidente del Colegio de Profesores, criticó lo ocurrido. "Primero condenar el hecho, toda vez que en el concejo municipal y en lo particular he denunciado la existencia de este tipo de negocios ilícitos, los denominados after hour que funcionan en la madrugada e incluso horas de la mañana, especialmente en el casco antiguo, donde se consume alcohol y otra serie de situaciones ilícitas", declaró.
El concejal puntualizó que la situación por darse en un colegio subvencionado adquiere otros ribetes. "Lo que sorprende es que un colegio esté siendo utilizado para estos efectos, yo creo que aquí corresponde una fuerte sanción por parte de la autoridad educacional, vale decir la Seremi y de la Superintendencia de Educación, que se pronuncie".
Sobre las posibles sanciones a las que se expondría el recinto, Cisternas aclaró que pueden ser severas. "El sostenedor debe responder por aquello y de ser comprobada su responsabilidad en el hecho, lo mínimo es que debe ser caducado el decreto cooperador que le da la posibilidad a este señor u organización de regentar un colegio. Es gravísimo y no puede pasar como uno más de los after hour que hay en la ciudad, pues es un recinto educacional", concluyó.
5:30 de la madrugada, se efectuó el procedimiento de Carabineros en el colegio.