Fiestas clandestinas
Variadas han sido las denuncias en el concejo municipal por la molestia que genera en los vecinos la presencia de los denominados "after hours", que no se trata de otra cosa que un lugar habilitado ilegalmente para la venta de alcohol fuera del horario legal y sin patente municipal.
En al menos cuatro ocasiones el tema fue puesto en la mesa y prácticamente todos los ediles han dado cuenta de haber asistido a reuniones con unidades vecinales que les han reclamado por el hecho, principalmente en el sector del centro o el casco antiguo de la ciudad.
El tema lejos de ir en retirada ha ido escalando y es así que en los últimos días Carabineros informó sobre un colegio donde verificaron la presencia de venta e ingesta de alcohol.
Los vecinos merecen descansar y si ya de por sí los horarios del "carrete" se han ido extendiendo con el correr de los años, llegando en la actualidad a comenzar las fiestas entre las 1 y 2 de la madrugada, cuando hace menos de 10 años ese era el horario de término, puede verse que las personas no se miden con el consumo de alcohol, provocando gritos, riñas e incluso personas que salen de la fiesta manejando con varias copas de más o sencillamente en estado de ebriedad, transformándose en un peligro para la sociedad.
Llama la atención también la denuncia de la concejala Danisa Astudillo quien señaló en varias ocasiones que vecinos alegan que locales fueron multados, pero que esas infracciones no figuran en los juzgados, solicitando que le entreguen una lista con los recintos infraccionados.
Está bien disfrutar de la vida nocturna, especialmente en el periodo estival cuando muchas personas están en su periodo de vacaciones, pero el respeto no debe olvidarse y la libertad de una persona termina donde comienza la de la otra y por lo mismo es que existe una Ley de Alcoholes que regula este tipo de situaciones, que incluye multas y sanciones para los infractores. Es de esperar mayor fiscalización y la aplicación de lo que manifiesta la ley, como una forma de asegurar el descanso de las familias residentes de la región y también evitar los excesos que como bien lo dice la palabra, a nada bueno conducen.
"las personas no se miden con el consumo de alcohol, provocando gritos, riñas e incluso personas que salen de la fiesta manejando".